jueves, 1 de septiembre de 2016

Uno más uno no son dos

Uno más uno no siempre son dos. En política. Es algo que cuesta muchísimo entender, incluso entre aquelllos con títulos de expertos en ciencias políticas. Pregunten a Podemos y a IU qué tal les fue. Y a pesar de que ejemplos como el anterior existieron a cientos, todavía hay quien cree que la unión siempre suma, aunque ambos elementos tengan poco (o nada) en común. Las últimas elecciones nacionales eran un momento de oro, no solo para el leonesismo, para cualquier clase de formación en general. UPL pudo hacer unos excelentes resultados que aunque no desembocaran en el diputado bien podrían presentarse ante los demás como un "mira, el leonesismo sigue vivo y se plasma en votos". En vez de ello, se prefirió hacer lo de siempre: decidir los candidatos como el que compra verdura en la plaza y hacer un programa electoral nulo por si acaso había un atisbo de éxito.
Tal batacazo pronostica clarísimamente que UPL desaparecerá de casi todas las instituciones, incluyendo el ayuntamiento de León, la diputación y casi por seguro el procurador en Pucela. Y desde luego que la dirección del partido ni siquiera se plantea dimitir. Por cada desastre electoral el secretario general de turno se ha buscado como solución un nuevo socio que sumar a sus listas. Si el ser humano tropieza dos veces en la misma piedra, el leonesista lo hace mil. Cada suma le ha restado todavía más votos y la imagen del partido queda más negativa. Eso, por supuesto, y según la versión oficial de la UPL, no es culpa de los pactos y acuerdos bajo cuerda con gentes que nada tienen que ver con el leonesismo, sino de "otros" (concepto ambigüo) y de "esa sociedad leonesa que no entiende la necesidad de tener a UPL". Sendino ha mantenido esta tradición macabra, y tras "sumarse" a los de Llorente, busca a otros que tal bailan. Saca de nuevo lo de "la unión del leonesismo" y todo resuelto ¿Y quiénes creen en UPL que son el leonesismo? Aparte de ellos mismos, los del leonesismo social (que se tienen que unir sí o sí porque lo dicen ellos) y... el PAL.

LA CUENTA DE LA VIEJA
Los últimos rumores que nos han llegado es que incluso Luis Mariano Santos quiere huir por patas del partido buscando algunas salida laboral "cómoda". Cuál será esta salida es algo que todavía queda en el limbo, pero que no le gustaría para nada asumir la dirección del partido, como alguien ha propuesto en voz baja para "retirar" a Sendino. Y si ni siquiera los ideológos de la formación quieren tomar sus riendas ¿Quién lo va a hacer? La carencia total de militantes, incluso de simpatizantes, demuestra claramente la total apatía por seguir con el proyecto, pero también crea el gravísimo problema de carecer de relevos una vez que Sendino se marche. UPL se empieza a convertir en una agrupación electoral llena de "seres extraños". Observen este mensaje de las redes sociales de un perfil llamado "Upl Bierzo" donde habla en primera persona y traza una línea negra a modo de manchurrón para hacer el Eje Subcantábrico que lleva en el horizonte como 20 años planeando. Y por supuesto la calidad del texto, muy al estilo del candidato al congreso pasado Julio González Rivo. Solo cabe la esperanza que este perfil sea algo ajeno a la formación:
De otra mano tenemos al PAL-UL. Sus siglas, Partido Autonomista Leonés-Unidad Leonesista, invitan en un principio a creer que estamos ante otra fuerza leonesista, pero la práctica indica lo contrario. Si tiramos tanto de hemeroteca como de histórico de programas electorales, apreciaremos que sus propuestas leonesistas son inexistentes. Ni siquiera un simple "apoyo a la autonomía leonesa" o algo así. El granero de votos, San Andrés y Astorga, son por sus cabezas de lista: de una mano Francisco Gómez, ex militante del PP y que se integró en el PAL por no encontrar un hueco satisfactorio entre los populares. Su carisma personal le ha granjeado muchas simpatías, pero las últimas elecciones demuestran que el tirón se agota. De otra, Pablo González "Peyuca", que tras tener serios desencuentros con el comité local y comarcal de Astorga, se integra en el PAL y al igual que Gómez, aprovecha su tirón personal al punto de hacer desaparecer a la UPL de la ciudad maragata e incorporarse como parte del equipo de gobierno actual. Fuera de esas dos excepciones, el PAL-UL apenas tiene nada más. Y aún así, su situación es algo más cómoda que la de UPL, por cuanto quien nada tuvo, a nada aspira.

En UPL echan mano de la calculadora, y ven que para mantener al partido hay que lograr el concejal en León, el diputado por el partido judicial de León, y el procurador, además de concejales en San Andrés. O como nos dice algún amigo del blog, se han hecho la siguiente tabla:


UPL PAL-UL TOTAL
LEON 3.391 1.182 4.573
SAN ANDRÉS 1.273 1.023 2.296
ASTORGA 105 1.077 1.182
VALLADOLID 15.768 3.600 19.368
PARTIDO JUDICIAL LEON 10.633 3.600 14.233

La cuenta de la vieja es la siguiente: "elección tras elección, a pesar de ser unos desconocidos y que de leonesistas tienen nada, el PAL-UL mantiene más o menos sus votantes, mientras que nosotros (UPL) los perdemos. La pérdida en votos estimada para las próximas elecciones coincidiría casi exactamente con los votantes que tiene el PAL-UL. Quiere decir que, si nos fusionamos y sumamos sus votos con los nuestros, mantendríamos el actual resultado electoral de al menos un concejal en León, el diputado provincial e incluso tres concejales en San Andrés".

En resumen: la "unión" entre UPL y el PAL-UL (dejando de lado siempre al PREPAL), que se lleva fraguando entre comidas y cafeterías por años, es algo que busca más la UPL que el PAL-UL. Al menos en apariencia. Ahora analicemos otro aspecto que quizás ni uno ni otro han visto claramente.

POR QUÉ GENERA RECHAZO UPL AL VOTANTE
  1. UPL ha transmitido una imagen de división y constante confrontación interna. Desde De Francisco, pasando por Joaquín Otero, Melchor Moreno, Javier Chamorro o Eduardo Sendino, con todos los secretarios generales han habido demasiados enfrentamientos internos que la prensa (y habrá que saber quién lo filtra) ha aireado y ventoleado hasta el cansancio. Con cada uno de ellos se ha montado una serie de polémicas a cada cual más gorda que ni es necesario recordar. Divisiones que además nada tuvieron que ver con cómo enfocar la política leonesista sino de intereses espurios. Con todo este expediente ¿Qué votante leonés confiaría su voto a esta formación? 
  2. UPL no ha practicado el leonesismo en las administraciones. Cogiendo cualquiera de los ayuntamientos donde ha tenido o tiene representación, y sin ser leonesista, se aprecia una total apatía en estos temas. Salvo honrosas excepciones contables con los dedos de media mano, la formación leonesista se ha dedicado más a cuestiones banales y más próximas al interés del cargo público que al sustento de una ideología. ¿Qué acciones leonesistas conocen ustedes de Melchor Moreno? ¿De Bayón? ¿En San Andrés se ha hecho algo? ¿Benavente? ahora llevemos la situación a los votantes ¿Invita a votar una formación que dice ser algo que no pone nunca en práctica? La última, de mano de Antonio González, ex militar y mano derecha de Sendino: que una fragata del ejército español se llame Reino de León ¿Es una propuesta leonesista o es una propuesta nacida solo de los intereses y aficiones personales de un individuo? ¿En qué más cosas se priman los intereses personales y no las necesidades globales?
  3. El granero del voto "tocacojones" se acaba. A UPL le ha quedado siempre el granero de voto leonesista, el del "te voto para que toques los cojones en Pucela". Si el leonesismo practicado en ayuntamientos es prácticamente nulo, más grave todavía lo es no hacerlo en Fuensaldaña. Gracias al paso de todos y cada uno de los procuradores  se ha ido desinflando a medida que se comprobaba que parecían más preocupados por ganar un dinero que por defender al pueblo leonés. Desde las cafradas de De Francisco hasta la firma de pactos a favor de la integridad española y defensa de la identidad castellano-leonesa firmado por Santos, pasando por el "León fuerte dentro de un Castilla y León fuerte" de Otero o el "hay más temas que la autonomía" de Valderas. Todas esas actitudes pasan factura.
  4. El pactismo sin objetivos. La apreciación genérica es que UPL utiliza su capacidad en algunos ayuntamientos de ser llave para forzar un pacto de gobierno y conseguir un enriquecimiento del cargo electo. El gran referente del ayuntamiento de León ha servido para generar esta imagen, pues en la práctica ningún pacto de gobierno con UPL ha desembocado en resultados tangibles y beneficiosos para los leoneses. Baste ejemplificar el pacto PSOE-UPL en el ayuntamiento de León y echar memoria del desastre que supuso, pues con la excepción de Pardo, el resto de ediles leonesistas vieron la vida pasar y fueron acusados incluso de uso extraño de fondos públicos con cosas como la fundación León Real o pasar el rato jugando al juegos de granjeros en las redes sociales durante horas de trabajo.  
  5. Las alianzas electorales con formaciones no leonesistas han pasado factura. No hay una sola elección en la cual UPL se haya presentado aliada con otra en que no pierda votos y además acabe por desaparecer de la zona donde lo hizo. Las razones son la suma de las anteriores.

POR QUÉ GENERA RECHAZO EL PAL-UL AL VOTANTE

  1. Es un partido completamente desconocido para la gigantesca mayoría de leoneses. Quitante la excepción de Astorga y San Andrés, nadie sabe tan siquiera de su existencia. Incluso si pudiéramos preguntar a sus votantes, quizás algunos de ellos ni siquiera sabrían realmente a quién votaban y buscaran más bien el nombre del candidato que unas siglas o una ideología en concreto. Carecen de iniciativas, de comunicados, de presencia mediática...solo son conocidos en sus dos municipios donde resalta el nombre del concejal y no del partido.
  2. Para el entorno del leonesismo solo genera rechazo. El PAL-UL nace no solo como una escisión creada por De Francisco como venganza contra UPL, sino que además su trayectoria se ha llenado de gentes sin leonesismo práctico alguno. Si nos cogemos el programa del PAL en cualquiera de sus elecciones, no apreciaremos la presencia de la identidad leonesa en absolutamente nada. Es más, el hecho de que se llame Partido Autonomista Leonés, cuando jamás ha presentado ni defendido propuesta leonesista alguna, es considerado por muchos hipotéticos electores como una ofensa. Nadie, absolutamente nadie que se defina como mínimamente leonesista diría que este partido lo es también.
  3. Incluso fuera del leonesismo, la imagen del PAL-UL es la del partido de los rebotados. Francisco Gómez, cabeza visible en San Andrés viene del PP. Pablo González "Peyuca" de UPL tras muchos rifirrafes con el comité local de Astorga. Y así un nombre tras de otro de gentes casi todas originarias bien de UPL o bien de PP. Los partidos de los rebotados tienen trayectoria mínima y errática.
CUANDO SE NEGOCIA A DEMASIADAS BANDAS
Este blog está en condiciones de decir que el PAL-UL está negociando con más gente de cara a las elecciones de 2019, o bien creando una federación o algo de nuevo cuño. Dos nombres líderes del PAL-UL (no diremos sus nombres) han mantenido diversos encuentros con gentes de otros partidos (concretamente PP) y con expulsados de UPL. El objetivo es crear una formación política que cubra el espectro ideológico de los que creen que hace falta un partido que defienda los intereses de la provincia de León pero sin enmarcarse en tendencia ideológica alguna definida. Lo que viene a ser un Ciudadanos pero a la cazurra.

Esa negociación a tantas bandas, del que creemos ni se han enterado en UPL, tiene otro problema añadido: hay otro grupo de gente más que cree que se puede hacer un nuevo partido leonesista desde las bases. La idea en principio es positiva, aunque choca con la cruda realidad de que en el leonesismo no hay unidad de visión, por lo que tampoco hay unidad de acción. El tema económico ni siquiera se ha abordado y sí que saltarían chispas si no se planifica y aclara desde el primer día. Si finalmente se consolida, cosa que aquí dudamos porque tras numerosísimas reuniones y charletas de cafetería apenas se han dado pasos sólidos en 8 años, será otro escollo a superar por parte de esa hipotética fusión de opciones leonesistas que quiere propulsar UPL.

UNO MÁS UNO TAMPOCO VALE EN EL LEONESISMO SOCIAL
En octubre habrá una manifestación leonesista en Zamora. Se ha planificado con tiempo, mucho tiempo. En teoría. Pero como ya es norma en la casa leonesista, cuanto más se acerca la acción más posibilidades hay de que alguno o algunos tengan una explosión mental y acaben destrozando el camino andado. Nos dicen que la situación en el momento de publicar esta entrada es de divisiones y varios frentes aparentemente de la noche a la mañana. Las confusiones, los dimes y diretes, las visiones extremadamente personales de algunos, los recién aterrizados que repiten con los mismos tropiezos todo el camino andado...situación extraña para los que se arriman de poco para acá al leonesismo, pero nada sorprendente para los que llevan muchos años navegando en sus aguas. Y aunque en esencia (casi) todos tienen un mismo fin, no así en cómo hacer el camino, ni siquiera en cómo empezarlo.

El leonesismo, social o político, jamás ha caminado ni unificado ni con criterios comunes. En realidad sucede en casi todas partes, basten recordar los años en que el día de la Diada Catalana se celebraba en medio de pitos y abucheos por parte los independentistas. La manifestación que pretendía recordar en León aquella otra de 1984, acabó siendo un ejemplo de a qué punto hay divisiones dentro del leonesismo, desde lo ideológico hasta lo territorial pasando incluso por las señas de identidad leonesas en que cada uno enarboló su propia bandera. Para mayor desgracia, esas divisiones son más visibles al no contar con un número amplio de representantes, como sucede en otras corrientes reivindicativas, que también tienen sus cosas internas pero en la miasma de gentes se diluyen.
La unidad de visión inicial de la que partía el leonesismo en los años 70, con todas sus carencias y errores, era sin embargo más puro que lo actual. No se discutía el concepto de País Leonés. No se dudaba de la leonesidad de Salamanca o Zamora. Quizás no se hablara de la cuestión del leonés, pero se mencionaba como tal y había más ganas de luchar por todo que ahora ¿Por qué esa ruptura? La respuesta es simple: el concepto de leonesista y los que se han amparado en este calificativo.

UN LEONESISTA ES...
El leonesismo, tan necesitado de apoyos y gentes ante la gigantesca apisonadora que es un estado central desde Madrid y una adminsitración autónomica desde Valladolid, ha querido acoger en su seno a cualquiera que mostrara un mínimo amor por lo leonés en su más amplio sentido, o incluso sin mostrarlo se autodefiniera como leonesista. Ese ha sido el gigantesco error de partida; en los brazos abiertos se han refugiado toda clase de seres y personajes, desde gentes cuyo interés por lo leonés no traspasa más allá de un aspecto muy concreto en el mejor de los casos, a otros que lo usaron como plataforma de proyección personal para alcanzar metas muy lejanas al leonesismo y sí al beneficio pecunario propio, pasando por aquellos que simplemente necesitan gastar adrenalina en algo. Toda esta calaña ha metido con calzador sus planteamientos ideológicos, convenciendo siempre a un corpúsculo de gentes que, a falta de un referente ideológico claro y definidio, han degenerado en debates estériles que incluso cuestionan los principios del leonesismo y de la identidad leonesa, desde cuál es la bandera del País Leonés hasta la denominación de la lengua propia, pasando incluso por cuestionar la leonesidad de lugares como Villafranca del Bierzo o las provincias de Zamora y Salamanca. Razones...las que ustedes quieran poner, que con total seguridad encontrarán a quien diga que es cierto y empiecen las polémicas. Porque por encima de todo lo que todavía no se acaba de entender es qué es un leonesista.
Un leonesista aboga por el autogobierno del pueblo leonés, la gestión propia de sus recursos y la toma de decisiones que afecten a su presente y futuro. Hoy día ese marco de autogobierno se llama comunidad autónoma. A partir de aquí podemos encontrarnos con regionalistas, nacionalistas o independentistas, que de todo hay. Con querencia a la izquierda o la derecha o al centro, no importa, todos tienen cabida en el leonesismo. La suma de estas tendencias o pensamientos, dependiendo de la escala, es necesaria: para consolidar un proyecto de autonomía leonesa, todos los leonesistas tienen hueco porque todos están de acuerdo en ese punto de partida. El desprecio, o menosprecio, de unos sectores hacia otros no permite dar el paso inicial que es lograr esa soñada autonomía porque se seguirá proyectando una imagen de división y, por qué no, de incoherencia.
En lo político, es muy fácil hacer una lista de gentes que se metieron en el leonesismo y que gracias al tiempo se demostró su total deasfección por el tema: Joaquín Otero, Herrero Rubinat, Covadonga Soto, Rodríguez de Francisco...extendamos la cosa a otros no tan conocidos como Lorenzo Callejo que de aspirar a ser secretario de UPL acaba en Ciudadanos Rurales Agrupados, formación cuyo leonesismo es nulo, lo que se dice una trayectoria lógica y coherente. Pero ¿Qué sucede cuando la lista se cambia a personajes no vinculados con la política? Los criterios ya son más subjetivos, se mezclan sentimientos, amistades, se cruzan actos conjuntos o simplemente percepciones muy personales. Al final acaba todo en un maremagnum de subjetividades que en poco o nada ayudan a la causa. Es más, incluso se llega a decir que quién es quién para repartir carnets de leonesismo. Sin embargo sí que se tilda a unas personas u otras de serlo o no serlo, luego existen unos parámetros "de mínimos".
Reflexionen, señores lectores, porque el leonesismo se ha entrampado a sí mismo en una serie de tópicos para nada correspondientes a la realidad. Si hay poca gente quizás el mensaje se ha diluido precisamente en tópicos y creencias que por intereses diversos han calado en la gente. Culpen si quieren a conspiraciones de la junta, del PP, del PSOE, de Madrid...en otros sitios no ha pasado y mira que fuerzas externas lo han intentado. O quizás es lo que siempre hubo. Y en esto último, que es lo que siempre hubo y no otros espejismos, pudiera ser un punto de partida para poder hacer algo positivo dentro del leonesismo. No olviden este axioma: uno más uno no siempre son dos.