domingo, 3 de diciembre de 2017

A la undécima no va la vencida

El suma y sigue del ridículo en UPL empieza a ser más surrealista que todo el denominado "procés" catalán. A cada día que pasa el pasmo y el asombro entre la gente implicada emocionalmente en el asunto, supera una nueva marca y establece un nuevo registro de asombro. El electo y único candidato a secretario general de la Unión del Pueblo Leonés, Luis Mariano Santos Reyero, se nos ha presentado mediáticamente como un congreso "tranquilo" y que espera ser el de la unión del leonesismo. Para el electo Santos es incluso la última oportunidad de que León, la región leonesa, el País Leonés (llámenlo como ustedes quieran porque esa indefinición también es uno de los puntos de partida del fracaso) dado lo que está sucediendo en Cataluña. Santos ignora, obvia u olvida (a saber qué es peor) que las mismas palabras se dijeron en su momento con el Plan Ibarretxe e incluso se dijo con la reforma estatutaria de autonomía. Si cada paso que da el estado, la junta y los partidos opositores a la identidad leonesa (PP, PSOE, IU, Podemos, Ciudadanos...) se tomara como una negativa a la autonomía, esa comenzó y se consolidó en 1983. Y no por ello el leonesismo se ha callado ¿O sí?

Santos dice que no quiere un partido con personalismos, pero él mismo ya lo es desde que la nefasta gestión de Sendino le convirtiera virtualmente en el único relevo que le queda al partido. Quiere unidad, pero lo hace con un seudo partido leonesista que jamás en su historia ha hecho un solo gesto o propuesta en pro de nada leonés, mención aparte de gestión municipal. Y afirma, como quien reconoce que tras muchos traspasos del chiringuito el negocio está tocado de muerte, que es la última oportunidad para todo.

Las previsiones no mienten: de seguir la hemorragia de votos, cosa que hasta ahora no se ha resuelto con tiritas, UPL perderá su concejal en León (apenas 200 votos lo evitaron en 2015), se quedará con un concejal en San Andrés y perderá el diputado en la diputación leonesa. El procurador será probablemente la única referencia política que vaya a tener UPL, pero teniendo en cuenta que no habrá más, será testimonial y para llenar alguna página mediática.

EL ÚLTIMO RELEVO
Lo hemos dicho hasta el cansancio: ni Luis Mariano Santos es nuevo ni es relevo de nada salvo un nuevo giro dentro de la oligarquía establecida en el partido desde la marcha de Joaquín Otero. Esa oligarquía se ha marcado bajo un sistema de herencia dinástica donde hereda el cargo de dueño del señorío quien sabe arrimarse lo más próximo posible a la sombra del anterior. Recordemos el polémico gráfico de la anterior entrada:
La línea descendiente trazada a modo de Z, nos aventura incluso cuál será el sucesor de Santos en caso de que este dimita, lo cual (ya lo adelantamos) no tardará más de 4 años. Y no, no será Pedro Gallego ni la vuelta de Sendino, personaje completamente quemado (pista: es concejal). Aunque tal hipotético candidato tras Santos tiene tan pobre y deplorable imagen que será imposible de presentar al público. Y si el gráfico anterior no es suficiente prueba de análisis, esta otra foto nos lo dice todavía más claramente:
De derecha a izquierda, como de padre a hijo, cada una de las terribles sagas que han gobernado UPL. En otros partidos se hablaría de una oligarquía, de una concatenación del poder donde la participación y la democracia interna es nula, y donde no hay sucesión sino consolidación de un fracaso político planificado punto por punto desde hace años. Pero como es UPL se habla de renovación y consenso. Todo lo anterior, por supuesto, es de cara a la galería. De puertas para dentro la verdad es mucho más dolorosa.

POR QUÉ NO HAY TRANQUILIDAD EN EL PARTIDO Y SÍ MIEDO
Este blog puede afirmar que ya hay elaboradas varias encuestas de intención de voto hechas por algunos partidos, entre ellos el PP, que está gastando cantidades ingentes de fondos propios y públicos para convencernos de las bondades de su gestión. En una realizada este mismo año se realizaba una proyección de votos para el ayuntamiento de León (que es el que interesa en la provincia homónima) y daba los siguientes resultados: el PP mantendría votos a duras penas aunque con perspectivas de subir, el PSOE consolida su voto pero condicionado a lo que sucediera con el nuevo secretario de partido, Ciudadanos también consolida e incluso podría subir un concejal. En el lado negativo nos hallamos a León Despierta, que con total probabilidad desaparezca del escenario, mientras que León en Común o consolida sus dos concejales o pierde uno. La gran derrotada sería UPL que desaparecería.
Esta encuesta, no publicada y filtrados los resultados muy globales a este blog, nos da un panorama, salvo cambios radicales de última hora, de un ayuntamiento leonés sin representación leonesista por primera vez en la historia desde 1991. Un gran hito simbólico. Por ello el gobierno del PP en el cabildo leonés se esfuerza en tanta obra urbanística, en colocar estatuas y monumentos en rotondas y plazas (cuesta poco y tiene alto rédito electoral), por eso lo de las prisas por acabar lo de la Feve, y por eso lo de la capitalidad gastronómica. Del tema del PP leonés hablaremos muy despacio y analizaremos una pauta muy concreta que está llevando para fagocitar a UPL.
Aparte de lo simbólico, está la cuestión económica: los escasísimos afiliados que le quedan a UPL apenas aportan ingresos, y con sus cuotas no se cubre ni la mitad del alquiler de la sede, menos aún sus gastos de funcionamiento. Los ingresos vienen casi únicamente del procurador, el diputado provincial (el que menos paga que para eso no es de UPL), el concejal de León y los de San Andrés. Tema aparte es Villaquilambre, un municipio que ha pasado de ser gobernada por UPL al ostracismo total gracias al mercadeo ejercicio por el gran informático y genio del escapismo laboral Lázaro García Bayón ¿Seguirá para 2019?

POR QUÉ NO HAY UNIÓN EN EL PARTIDO
No. El partido no está unido, está desecho. Si apenas te quedan un centenar de afiliados tras tantas quemas, esquilmas y situaciones de humillación pública al que han sometido al partido por décadas, es imposible hablar de unidad y sí de limpieza. Por una pura sistemática de limpieza de discrepantes, disidentes o simplemente gentes que opinan diferente, al final la cosa se está quedando entre los cuatro amigos de toda la vida y algún iluso que, por encima de todo, sigue tragándose enteros y con patatas unos discursos, modos y maneras que ya son muy ajenos a aquel espíritu upeliano de los 90. La excusa es la de siempre, el partido es el único referente que le queda al leonesismo y es la única marca que toca los cojones en Valladolid, pero de 12 años para acá ya ni los roza. El dato que lo corrobora, muy visualmente, es la gente que asistió al congreso. Cierto es que faltaron nombres, cierto es algunos no fueron por circunstancias personales diversas (caso de Alejandro Valderas), pero acudió la gran mayoría de los afiliados. Que no hay más. Los que acudieron darán certeza de ello, y los que no que tomen nota de este dato: la sala del hotel está calculada para 105 personas como máximo. Cuenten las sillas vacías y tendrán la cifra de asistentes. Años ha de aquellos congresos en el restaurante El Pozo con cientos de asistentes.

UNA ALIANZA CON EL PAL POR MIEDO
Por miedo a la desaparición. Aunque no de la ideología, sino del partido, del chiringuito particular que se han montado y del que viven y muy cómodamente ¿Creen que no? El primero es Luis Mariano Santos, que sin arte ni oficio excepto ser entrenador de fútbol, ha conocido el mayor de los progresos económicos gracias a UPL. Los elementos están ahí: siendo concejal de UPL en Cistierna, pero residente en León, hizo toda clase de esfuerzos para entregar la formación y los votos a IML, con resultados evidentes: la desaparición de UPL en Cistierna. Como premio es nombrado secretario personal de Chamorro, también en el cabildo leonés, con otros 2.200 euros mensuales. Y como lo hizo fenomenal y en votos se tradujo, le nombran procurador. Ahora pensemos en un hombre cuyo curriculum profesional no pasa de lo deportivo ¿Qué haría sin vivir de la política? Quizás por eso hasta opositó plaza para trabajar en la FEVE. O quizás por eso está en UPL.
Santos es, de todos, el que peor presente tiene a nivel económico y laboral, con el añadido de tener ya unos años a la espalda. Por ello no cejará en buscar cualquier salida para su partido, incluyendo pactar con gentes no leonesistas. Seamos sinceros y serios ¿PAL es leonesista? Respondiendo con la mano en el corazón, la respuesta es un no rotundo, pero para la cúpula upeliana será el retorno de los hijos pródigos, solo que ni son hijos ni pródigos sino mantenidos de un tal De Francisco que, una vez retirado ¿Seguirá trabajando para lograr votos hacia el PAL? Si de nuevo a esta pregunta obtenemos otro no, nos daremos cuenta de lo ridículo que es sumar unos no leonesistas a tus filas y de cómo las matemáticas políticas nos demuestran que uno más uno no son siempre dos. Muy diferente hubiera sido con el PREPAL.

POR QUÉ EL CONGRESO FUE UN FRACASO
Sí, el congreso fue un fracaso se mire por donde se mire. Al acto se invitó a casi todo quisqui, por eso de hacer bulto y que se sentaran en las filas posteriores. Porque hasta en eso la dirección de UPL es torpe con ganas y hasta el insulto a la inteligencia: sientan en las primeras filas nada menos que a los dos secretarios provinciales (que no autonómicos) de CCOO y UGT. Estamos hablando de un congreso general de partido, así que la asistencia de los secretarios regionales hubiera sido lo lógico, pero no, se hizo de los provinciales de la provincia de León (tomen nota del ámbito geográfico). Si ya pintan muy poco por no decir nada dos sindicatos que han trabajado con ahínco en la consolidación de lo leonés con lo castellano en todos los órdenes, más coña tiene los secretarios: el de CCOO, Xosepe Vega, es viejo conocido de este blog, un trepa que no ha pegado un palo en su vida salvo para seguir viviendo sin trabajar, usando el leonesismo como plataforma personal. Vega, que incluso planteó a UPL crear una coalición con el partido que él mismo creo, el CPAL, se sintió como el antiguo pretendiente que, viendo a aquel viejo amor y dándose cuenta de su degeneración física, se pregunta qué narices vio en esa persona. El de UGT, muy del PSOE (que lo es) acudió tan callado y reservado como Javier Cepedano, que siendo representante de los empresarios, ha caminado siempre mirando a lo castellano-leonés. Allí los tres, en amor y compañía.
Y al fondo, al final del todo, a las gradas finales por si decían o hablaban algo no conveniente, los colectivos leonesistas invitados que acudieron, porque hubo unos cuantos que rechazaron la invitación. Ninguno, ni un solo miembro de la dirección de UPL invitó en instante alguno a sentarse más adelante habiendo un montón de asientos libres. Es más, se limitaron a saludos, charlas de compromiso y agradecimiento de presencia. Nada más.
Después llegaron las ponencias. Insulsas, sin contenido ni objetivos políticos. Mensajes de autocomplacencia, de alguna palabra alta para emocionar a los presentes que ni se inmutaban ante el guion manido, y poco más. El insulto final nos llegó con Matías Llorente, quien se centró en hablar de lo suyo y de querer hacer creer que lo leonés ha estado siempre por bandera con un "y allí donde íbamos los de mi sindicato nos decían "¡Ahí están los leoneses!". La referencia geográfica parece ser el único aval identitario que puede manejar quien participó por décadas del PSOE y cuyos allegados, por ejemplo el actual alcalde de Villaturiel, llegó a decir sobre UPL "antes muerto que pactar con el leonesismo". Es lo que tienen los muertos vivientes, comen cerebros y te contagian con un mordisco.

¿Y LA REACCIÓN DEL LEONESISMO?
Este blog ha tenido oportunidad de palpar múltiples sensibilidades. La cosa, como siempre, se divide entre cuatro tendencias: la primera, la de los que apoyan al partido, que reconocen que se han hecho muchas cosas mal...pero que son la esperanza, el símbolo, el pepito grillo en la junta y todo eso. La segunda tendencia son los reaccionarios que haga lo que haga UPL lo verán como malo y sobre todo "facha" porque "pacta con el PP" (a veces se olvidan que también lo ha hecho con el PSOE e incluso con IU). La tercera es la de los que se decían leonesistas pero están desencantados, que pasan de todo, que todo está perdido, que tal y que cual. Es decir, los siempre convencidos, los inconvencibles y los que parecían que estaban pero no estuvieron nunca. 

Nos falta la cuarta tendencia, la mayoritaria, la que hace que UPL gane o pierda votos y tenga buena o mala reputación. La gente de la calle que tiene un mínimo sentimiento leonesista en un grado variable, desde un poso hasta los más comprometidos con la causa ¿Qué opinan? Pues que es más de lo mismo, que no hay cambio ninguno, que se repiten año tras año no solo los nombres, sino por desgracia las mismas palabras y acciones. La opinión es...indiferencia. Y ese es un gravísimo problema, que ya no conectan con la calle porque ni hay voluntad de cambio. Y es que los mismos, exactamente los mismos que están ahora estuvieron también en estas otras decisiones:
Cuando les pareció cojonudo apoyar incondicionalmente a un alcalde socialista y a sus locuras.
Cuando creyeron que el mejor método para cepillarse a un concejal era montar el mayor y más bochornoso espectáculo político de la historia leonesa.
Cuando creyeron conveniente cerrar una sede bajo llave a unos afiliados que querían expresar la opinión de que en el partido las cosas no se hacían bien.
Cuando opinaron que un ex alcalde y ex senador del PP, Juan Morano Masa, era una excelente baza para incorporarlo a las filas del partido.
Cuando creyeron que lo mejor era que todo siguiera como estaba y no permitir una ventana de aire fresco al partido, mediante una campaña de descrédito mediático contraproducente para UPL.
Cuando teniendo una organización juvenil perfectamente asentada y con amplia trayectoria de acciones y militantes, prefirieron montar una propia porque la otra no la podían controlar.
Cuando teniendo infinita mejor imagen y más votantes, prefieren pactar con un grupo de renegados que seguir con su propia hoja de ruta.
Cuando a algana lumbrera se le ocurre que para captar votos en pueblos y mantener el diputado provincial, nada mejor que hacerlo con un ex socialista que ha votado en contra en varias ocasiones contra proposiciones de calado leonesista en la institución provincial.
Cuando para conmemorar el aniversario de la mayor manifestación en León, la leonesista de 1984, se opta por contratar a dos incompetentes: el uno lanzado a la fama vía gobierno del PSOE por usar mucho twitter. El otro por...vaya usted a saber las razones.
Cuando para cumplir con la ley de cuotas femeninas en las listas electorales, prefirieron aupar a una ex militante del PSOE cuyo argumento era ser presidenta de una asociación de vecinos.
Cuando se creyó que con un procurador y teniendo la ideología que se tiene (o al menos eso se dice) se pretendía nada menos que pactar con la junta como socio de gobierno.

Es un album de recuerdos lleno de fotos casi infinitas que explican el por qué el partido se ha ganado con gran esfuerzo la desconfianza y el recelo de sus votantes, los pasados y los hipotéticos. Decir que hay nueva dirección es decir mucho, siguen los mismos patrones de comportamiento y las mismas viejas actitudes. El logro de partidas muy concretas en la junta no revierte en votos, solo tapa a duras penas una de las fuentes de sangría que hacen agonizar el partido, el voto para autonómicas. Las otras heridas camino van de no cerrarse sino supurarse: o Sendino o nadie más para León, y en este caso ambas situaciones dan el mismo resultado. O Álvarez Rivo o nadie más para San Andrés, quizás la única medianamente viable. O Bayón para Villaquilambre o candidatura perdida. Sigan ustedes haciendo balance de cada municipio y obtendrán como resultado que o sigue el que hay o bajamos la trapa.