Si la entrada anterior no dejó indiferente a nadie, y nos consta su amplia difusión en redes sociales, en esta vamos a añadir la otra parte para entender una situación que, por extraño que parezca, ya ha sucedido anteriormente con nefastos resultados para ambas partes. Existe una fagocitosis por parte del PSOE hacia el leonesismo. Y aquí los hechos que lo prueban. Juzguen ustedes mismos.
UPL "NO" QUIERE LA AUTONOMÍA LEONESA
UPL tiene, ahora mismo, un momento óptimo
para demostrar que el leonesismo lo lideran ellos, que son los
promotores y los que están verdaderamente preocupados por la situación
de los leoneses. En este punto hay que poner el
pero.
En la provincia de
León hay 145 concejales de UPL y otros 6 más en Zamora. La lógica nos
diría que este partido presentaría mociones por autonomía en todos los ayuntamientos
donde pueda tener voz, aunque sea con un único concejal. Sin embargo
esto parece que no sucederá, al menos a corto plazo:
Pedro Gallego,
presidente de UPL y secretario del comité comarcal de Benavente, emitió un comunicado dando libertad de acción a sus concejales para que, si así
lo estiman oportuno, presenten la moción en sus respectivos
ayuntamientos. Esta decisión, totalmente incoherente y hasta contraria al principio ideológico del partido, denota que lo de la autonomía es un hermoso canto y excusa para alimentar un sentimiento y seguir viviendo del rédito. De otro modo, carece de excusa seguir estas líneas, que como veremos no se limitan a las fronteras zamoranas.
Sumemos una cuestión de imagen y proyección exterior. UPL no vende la cuestión de la autonomía como algo propio, porque en realidad no lo es, y ni explota el sentimiento leonesista como debiera. En todas los concejos y ayuntamientos que se han aprobado mociones pro autonomía, se han hecho por todos los partidos presentes, en unos por el PP, en otros por el PSOE, otros por IU, y en general, se presenta casi como clamor popular social.
La web de UPL, de muy baja calidad que responde más casi a un blog que una página
diseñada para vender un ideario y mostrar unas acciones políticas, deja escaso margen a no seguir creyendo en lo anterior. Lo peor del asunto es cuando
Santos es
entrevistado en un medio cántabro y dice palabras tan desafortunadas
como cuestionar esa comunidad o afirmar que desconoce el proceso para
lograr una autonomía. Aquí un extracto:
No soy nadie para entrar en lo que
quieran ser los cántabros o los riojanos, para nada. Lo que propongo es que nos
dejen estar a nosotros donde queremos estar, no soy quién para decir dónde
deben estar los cántabros o los riojanos. Eso sí, le digo algo, hubiera estado
más acertado atendiendo a ese artículo 2 de la Constitución, que ambos hubieran
estado con Castilla, pero no porque yo lo diga. Eso es porque el artículo 2 de
la Constitución, y que se hubiera respetado ese marco territorial de Castilla
la Vieja y esto es lo que marca la Constitución. Dicho esto, estoy seguro que
los cántabros y los riojanos no quieren estar en Castilla, o eso pienso yo, no
lo sé. Creo que deben estar donde ellos quieran estar.
No es necesario hacer un referéndum, ¿que
tiene que ser? no lo sé. Le digo una cosa, a nosotros no se nos preguntó para
entrar en Castilla. Eso sí, soy muy respetuoso con lo que la gente quiere. Si
creyera que en León, Zamora y Salamanca prefieren estar en Castilla no tengo
ningún tipo de problema. Sobre todo en terrenos como Zamora y Salamanca donde
el leonesismo ha avanzado menos. Si quieren seguir allí sería muy respetuoso.
En León no queremos estar con Castilla y eso es lo que defiendo.
La
(no) ambigüedad de UPL a la hora de mostrarse como un partido sin un
rumbo leonesista definido, queda por enésima vez patente ante tantos
vaivenes. Y esto es solo la punta del iceberg.
LEONESISMO SOCIAL DEMASIADO DISPAR
La
manifestación de febrero demostró que existe un leonesismo sociológico
muy fuerte y con amplias raíces sociales que necesita muy de vez en
cuando que voces ajenas al leonesismo politico las rieguen al menos con
palabras. Porque cada vez que el leonesismo social, el que se
manifiesta ideológicamente como tal, ha pedido salir a la calle la
respuesta es muy pobre. Y apuntaremos hechos que son conocidos por
el común y que empiezan a ser extraños: durante años y años, se han
venido celebrando las tradiciones uvas retrasadas por los movimientos
leonesistas. Dichas uvas se solían entre 3 al 5 de enero parodiando el
inicio del año en que todo en León entra con retraso. El acto se
culminaba leyendo un manifiesto sobre los problemas leoneses, los
ataques a la identidad leonesa y una revisión de las preocupaciones del
leonesismo social.
En 2020 no se celebraron ¿Motivos? Ninguno aparente, y quizás tendría
más sentido que en ediciones anteriores, habida cuenta de la situación y
el intenso debate generado con la propuesta de autonomía. Las malas
lenguas nos dicen que quizás sus organizadores, todos ellos ya
integrados en UPL, hayan optado por no celebrarlas para concentrar
esfuerzos en su carrera política dentro del partido. De esto último sí
que tenemos pruebas y testimonios de primera mano que nos confirman la
consolidación de diversas corrientes internas dentro de UPL para tomar
el poder del mismo. Porque desde
la integración de un nutrido importante de miembros en UPL, esos
colectivos se han mostrado como muy leales a las iglas pero a la vez con
actuaciones tan independientes que se echa de menos, como mínimo, una
coordinación con el partido.
Errático Conceyu País Llionés
De una parte el llamado
Conceyu País Llionés,
grupo tan errático en sus acciones como inconmprensible en su ideario.
Para que nos hagamos una idea, valgan unos ejemplos palmarios que de algo
falla en este grupo: el 22 de mayo se anunció un
"paseo reivindicativo" para
defender la sanidad, la democracia y la autonomia leonesa. Que se haga
una manifestación en mitad de una cuarentena en que se pide guardar
unas distancias, y se haga para defender la sanidad, no deja de ser un
poco incoherente y poco solidario con dichas medidas. Pero la cosa fue a
más: los medios se hicieron eco de una nota de prensa enviada a los
mismos. Como hacer tal cosa en esas circunstancias generó muchas
críticas, este colectivo se desmarcó de la misma aduciendo que "solo nos
hacemos eco de una petición hecha a través de las redes sociales".
Otros miembros de ese leonesismo social integrado en UPL se manifestaron
contrarios a hacerlo en ese momento. Y llegó el día, y acudieron apenas
10 personas. La prensa lo tildó de "testimonial". Pero los asistentes
eran todos partícipes de dicho colectivo.
Si decimos errático, no es por descalificar, sino porque son erráticos.
Al día siguiente, en la página de dicho colectivo, se publicó esto
defendiendo dicho paseo:
Aquí tenemos otra
valla publicitaria lanzada por esta agrupación. Aunque se pueda estar
de acuerdo con el mensaje, los elementos expuestos, particularmente una
bota militar, la catalogan más de pintada de mural que de un cartel
serio y que busca llamar la atención del ciudadano ¿Alguien entiende
exactamente qué son esos círculos de colores abajo? ¿De verdad se sabe
lo que significa y se entiende por "sujeto político"? ¿No es
sorprendente que tenga el mismo lema que el del "paseo reivindicativo"
del que se desmarcaban a tenor de las críticas?
Un
discurso, en definitiva, calcado de frases sacadas de redes sociales y
de conversaciones donde ni se contextualiza ni se explican las cosas. Y
estamos hablando de uno de los colectivos que integran no solo la nueva
suma de afiliados a UPL sino el gran grueso del comité local leonés de dicho
partido.
El remate final lo tenemos en una
defensa a ultranza del concejal Nicanor Pastrana, ex representante de Podemos y concejal de gobierno de Participación Ciudadana. Lo hacen incluso con comunicados oficiales donde aplauden que exista, nada menos, que una concejalía para hacer partícipes a los vecinos de las actividades del ayuntamiento. Suponemos quizás que su incorporación muy reciente al mundillo político les haga desconocer que es algo que lleva existiendo desde los inicios de la democracia y que cada concejal de gobierno es también concejal de un barrio o distrito. Cuestión aparte es si lo han sabido gestionar bien o no cada uno de ellos. Para Conceyu País Llionés esta "novedad" requiere de la realización de
comunicados a prensa con apoyo explícito a este concejal, y hasta hacer memes apoyandále junto a Susana Travesí, que poco o nada tiene que ver con esta área salvo salir una vez conjuntamente en una rueda de prensa. Que además no sepan qué significa exactamente un "conceyo", a pesar de asumir el término en el nombre de la agrupación, es señal preocupante de desconocimiento de lo leonés.
Todo lo anterior, que no es poco, es la antesala para comprender el punto siguiente.
¿Y DE QUÉ VA LO DE FAGOCITAR AL LEONESISMO?
El
PSOE siempre ha querido captar para sí el voto del leonesismo. Como sea
y al precio que sea. Las cuentas son muy claras, el socialismo leonés
(de la provincia de León) jamás obtendrá una mayoría absoluta en los
municipios más importantes, y por extensión en la Diputación, si no
absorbe o fagocita el voto leonesista. Es algo que llevamos denunciando
en este blog desde los inicios. El socialismo ha sabido infiltrarse en
algunos sectores que se tildan leonesistas, desde lo cultural hasta lo
político, pero su grado de filtración es escaso en comparación con lo
que no ha podido tocar. En su momento ya logró que la Plataforma Pro
Identidad Leonesa se diluyera como azucarillo tras no solo infiltrarse
sino que además algunos de sus miembros pidieran expresamente el voto
para el PSOE en las elecciones de 2003. Este proceso de fagocitosis ha pasado a una segunda fase muy mejorada y sibilina, gracias a los años de burdos intentos y fracasos, mejorando notablemente la estrategia de infiltración. Observen estas fotos:
Idéntica mascarilla. La cosa exteriormente podría interpretarse como un gesto de afecto por León. Hay más: esas mascarillas en concreto las realiza y vende la entidad antes citada, Conceyu País Llionés. Para poder adquirirla hay que pedirlas ex profeso a la asociación ¿Cómo obtuvieron alcalde y concejal dicha mascarilla? Resulta inimaginable que un alcalde tenga tanto trato directo y tan fluido con una organización socialmente poco o nada representativa y que incluso los reciba en despacho, si no hay por detrás un interés político. Con eso se va entendiendo ya la fagocitosis del leonesismo.
Conceyu País Llionés son poco representativos socialmente, pero sí que son importantes dentro de UPL. Tras la constitución del último comité local de León del partido, dicho comité quedó en la práctica repartido entre esta organización y los acólitos de Félix Echevarría, siendo los primeros por ahora mayoritarios en el mismo. Para el próximo congreso general de UPL queda apenas un año. Quien controle ideológica y "afectivamente" el comité local de León, controlará casi el partido. De nuevo, amigos lectores, unan piezas.
EL PROBLEMA ES DE FONDO Y DE TIEMPO
Afirmar que el problema de fagocitosis de UPL en el PSOE es culpa de esa organización, es exagerar las cosas, porque sin ella también se produce desde otros ángulos. El primero de ellos es Eduardo López Sendino, cuya relación y cuasi amistad con el actual alcalde José Antonio Díez, se fraguó más que publicamente desde la legislatura pasada. La muy controvertida obra de Ordoño II para hacer peatonal esta calle, y el apoyo incondicial y suicida de los leonesistas a la misma (soltando muy de vez en cuando algún ligero matiz) no deja lugar a dudas de que entre los dos líderes hay química, pero no simbiosis.
A ello sumaremos la voz de María Teresa Fernández, la concejala de UPL proveniente de eso que se ha querido denominar como leonesismo social, más concretamente del colectivo Proyecto León, y que no ha dudado en mostrar públicamente y hasta en grupos privados de chat, un apoyo demasiado cálido a muchas de las decisiones del equipo socialista. La frase se puede hacer extensible a otros representantes de dicho colectivo que han dicho de modo directo o indirecto apoyar sin fisuras al equipo socialista actual. Y recordemos que casi todos ellos también militan en UPL.
UPL nunca ha tenido una ideología clara y definida, menos aún qué hacer con un mensaje que cala en lo emocional pero no convence en lo práctico pues quien lo emite no lo siente ni lo defiende. Y esto no es sino reflejo, algo difuso y distorsionado pero reflejo a fin y al cabo, de la ideología leonesista. Recientemente se ha inaugurado, presentado, aprobado o llámenlo como quieran, una "gestora" para El Bierzo. No deja de tener su retranca el término "gestora", habida cuenta de que ya hubo varios comités comarcales bercianos y todos acabaron como el rosario de la aurora. Por supuesto en el mismo está el ínclito Melchor Moreno, porque no hay nadie más. A ello se suman varios nombres de Ponferrada y hasta uno que ni siquiera vive en la provincia de León y cuyos vínculos bercianos son muy discutibles. La presentación, al menos en lo estético, solo puede tildarse de deplorable. Juzguen ustedes mismos qué se ve más en la foto, si la bandera berciana inventada para el Consejo Comarcal, o la bandera leonesa:
Sumemos el titular vendido a la prensa: "la gestora tendrá autonomía en el Bierzo", donde el concepto "autonomía" tiene tantas lecturas como uno quiera interpretar. Y si esto no es ya un ejemplo de debilidad ideológica, pongamos esta
otra perla dicha por el que es el actual portavoz de esa gestora con esta frase: "
El Bierzo tiene una identidad fuerte que nadie cuestiona, debe tener un verdadero autogobierno". Algo así jamás se diría en Laciana, ni Babia, tampoco en Sanabria, o Las Arribes. Se dice en El Bierzo.
La Junta ha entendido perfectamente la frase, y espera que el Consejo Comarcal del Bierzo tenga más peso en todos los sentidos: se ha comenzado por aumentar los salarios, se ha seguido por buscar una sede fija y no alquilada para su institución, más competencias, y finalmente un asiento fijo en el parlamento para que tenga voz propia. Dicho en palabras más claras, casi una provincia más dentro del plano político. Divide y vencerás, esa ha sido la máxima de la Junta para anular la identidad leonesa. Qué mejor que potenciar lo berciano frente a lo leonés y seguir desarrollando una dualidad práctica. Y UPL, callando. El "hecho berciano", que ni siquiera reconoce como arma de discurso interna el PSOE, partido experto en eso de apropiarse de amores patrios para sumar apoyos, ni por supuesto el PP, es sin embargo no solo asumido sino además potenciado en mensajes por UPL, alimentando de esta manera la dualidad que hace que por ejemplo en todo lo que es El Bierzo tan solo se haya presentado una sola moción pro autonomía leonesa.
Sí, UPL, su gestora, su llámenlo X, denuncia que esas maniobras de la junta no son sino el enésimo ataque a los leoneses para generar una política del "divide y vencerás". Y sí, tiene toda la razón su portavoz. Pero también estaremos todos de acuerdo que esa división remarca un hecho que es claro: políticamente se está tratando a la provincia de León como dos realidades incluso opuestas, la berciana con capital en Ponferrada, y la del resto de la provincia con capital en León. No es solo una rivalidad entre ciudades, se lleva a algo mayor, porque rivalidad entre ciudades existe entre Gijón y Oviedo, con todo el centralismo ovetense y con toda la mala gestión que desde la sede carbayona se pueda hacer de la gestión hacia Asturias. Pero tanto gijoneses como ovetenses tienen muy clara una cosa: son asturianos. Es la clase política la que alienta una división que es en la práctica inexistente en la sociedad, más allá de una correcta y lógica reclamación de inversiones hacia una ciudad, Ponferrada, que pudo ser y no llega sino que además retrocede. Argumento idéntico a explotar en León.
UN EJEMPLO TODAVÍA MÁS PALMARIO: DIPUTACIÓN DE LEÓN
Si no comieras de la mano de otro, morderla sería el menor de tus problemas. Que a día de hoy UPL siga sustentando un pacto con el PSOE en la Diputación de León es totalmente irracional. Recapitulemos algunos hechos:
- El pacto se realiza a condición de formalizar una serie de puntos de inversiones, que deberían de ejecutarse vía presupuesto provincial y también del estado.
- De ese pacto, nació un listado de 23 puntos. Ni uno solo de ellos fija partida económica alguna, plazo de ejecución o licitación, o tan siquiera concreción de hechos. Todos son una nube de verbos indefinidos con hechos de los que no hay ni fecha de inicio ni de conclusión.
- Por ser vaga la cosa, hasta el propio presidente de la Diputación se ha posicionado contrario a la autonomía leonesa. Ni siquiera quiere someterlo a votación en pleno. Tan solo este hecho debería ser motivo para cuestionar muy seriamente todo el pacto. Pero Matías Llorente no quiere ni mentarlo.
- La creación de la Mesa por León es otra tomadura de pelo. Hasta 35 representantes, incluyendo los sindicatos, en una mesa donde hasta la fecha, después de tres reuniones, lo único que hay en concreto es un logotipo. Absolutamente nada más. Y el tiempo pasa.
Así, desde julio de 2019 hasta hoy, han pasado más de 14 meses, y no se ha concretado nada. Es más, la integración de la FEVE en León sigue estando sin fecha ni partida económica alguna, y con la que está lloviendo, mucho nos tememos que no la veremos finalizar como mínimo en 10 años. Eso si es que finalmente se finaliza.
No solo no se cumple programa alguno, sino que la dirección de UPL debería replantearse muchas cosas en su pacto con Matías Llorente. Desde lo ideológico, pues Llorente ni cree ni apuesta por nada de leonesismo, pasando por las acciones y resultados efectivos de su presencia en la Diputación.
Es posible que la actual situación socio política permita albergar algún
tipo de esperanza respecto a giros más leonesistas entre los votantes. Diríamos incluso que la ineptitud de los otros permitirá a UPL pervivir otra legislatura más sin muchos esfuerzos. Se quiere ver un leonesismo sociológico que ha traspasado la frontera de las siglas políticas, no hay un solo partido con representación provincial leonesa (a excepción de CB y PRB), que no haya votado a favor de esa autonomía, incluyendo a los muy reacios VOX y Cs. Con todo, y a pesar de la contundencia social de esas mociones, es evidente, que son meros testimonios, jurídicamente inútiles, habida cuenta de que han pasado más de 6 meses desde que el ayuntamiento de León inició la primera de ellas, siendo este el plazo para presentar esta clase de enmiendas. Tampoco se ha manifestado la Diputación de León, su presidente, berciano y socialista para más señas, está radicalmente en contra. Matías Llorente, sostén del gobierno socialista y diputado por UPL, tampoco quiere entrar en el juego, y su partido leonesista ni siquiera le presiona para que lo haga. Y si uno no quiere y el otro no presiona, al final entre la inacción y la negación seguirá todo como estaba, o peor ¿Se sigue pensando en la inocencia absoluta de UPL en todo esto?
UPL, o más exactamente el leonesismo, debe abandonar las tentaciones hacia el socialismo. Queda muy bien, especialmente en las redes sociales, gritar contra el PP, la derecha, el fascismo y tantas otras consignas poíticas que no profundizan en el asunto central. Todos, absolutamente todos los partidos políticos estatales, sean del color que sean, han consolidado, trabajado y reforzado el marco autonómico leonés, y por extensión, la dervia social, económica y cultural que tenemos. No culpen al PP porque ahí estuvo siempre el PSOE levantando a la vez el brazo en las votaciones y reclamando fortalecer la fiesta de Villalar o participar en esa y tantas otras fundaciones.
En UPL se ha desarrollado un axioma cuanto menos interesante que es pronunciado por sus seguidores como defensa ante cualquier crítica: a UPL se le culpa de todo y se le exige más que a los demás. Quizás se olvidan de que en todas las elecciones se presentan como "el único partido que defiende los intereses de los leoneses". Es el gran argumento de su discurso. Y también habrá que recordarles que es, ahora mismo, UPL quien podría presionar y muy duramente al PSOE para que presente más medidas de autogobierno leonés. No lo hace ¿No lo quiere hacer?