domingo, 2 de febrero de 2014

Por qué el leonesismo no puede estar unido

Fue una promesa de Sendino, como la de tantos otros, lo de intentar unir el leonesismo. El puesto de secretario general de la Unión del Pueblo Leonés viene con un complejo mesiánico de regalo, donde el nuevo electo va a ser quien reunifique el leonesismo por su gracia divina y con condiciones de partida siempre extrañas: se pide todos estén bajo el ala de UPL y lograr el objetivo de...bueno, algún objetivo digamos ¿pero y para qué si precisamente su marcha fue por no estar bajo ese ala?
Con Sendino la cosa hasta tiene su gracia: afirmó primeramente que el objetivo no era la autonomía leonesa sino competencias, luego reculó y que si la autonomía pero uniprovincial, y ahora que si hace buen día. Objetivo perfectamente definido. Más gracia tiene que lo diga en una rueda de prensa con Alicia Gallego a su izquierda, la "ojos del Guadiana" de la política, un día está contigo, otro con otro y al otro con perico el de la moto. La escasa bola rascada en el PAL-UL la motivó regresar a su UPL materno. De momento.

La unión del leonesismo es el eterno estribillo que entona cada personaje de la política leonesa como si fuera la canción del verano. Un estribillo tan conocido y tarareado que ha perdido por completo su sentido. Los leonesistas sabemos que esa unión es una quimera por ahora imposible, y es precisamente en lo único en lo que se tiene mismo criterio. En las causas de tanta división no tanto porque ni se ven todas ni se consideran todas. Veámoslo por partes.

PARTIDOS POLÍTICOS

1. Unión del Pueblo Leonés
El partido es, ahora mismo, una máquina de recaudar dinero de los concejales, diputado y procurador. Aparte de alimentar a los amancebados en las diversas instituciones, se mantiene con ello una sede fantasma que abre cuando su secretaria le da la real gana y que cada día que se pasa por allí está más desangelada. El grado de militancia activa es casi nulo, ni siquiera sus juventudes, que solo están para poner el cazo y regurgitar epítetos en periodo electoral interno. Es sin embargo el único referente político "serio", tanto en votos como en representantes como incluso en formas. De ello es consciente Sendino y por ello, como ya dijera en su momento Chamorro, la mano tendida de la unión pasa por cobijarse todos bajo el sombrero de la UPL y no de formaciones o coaliciones. En principio es lógico por lo dicho anteriormente, pero desde hace tres años, las siglas UPL restan votos, no los dan, y a los resultados en cualquier municipio nos atenemos. Por muchos encuentros oficiales y oficiosos que tengan nunca habrá manos unidas.

2. Pal-Ul
Lo que nació como una gracieta de última hora de José María Rodríguez de Francisco fruto de sus pataletas conocidas por todos, ha cobrado casi vida propia con el pasar de los años en dos focos de votos que son San Andrés del Rabanedo y Astorga. La clave de esos nichos electorales la tenemos precisamente en sus cabecillas. Por un lado Francisco Javier Gómez ha demostrado a nivel político ser infinitamente más hábil y saber presionar de mejores modos al gobierno de turno que el decrépito Manuel Arias con su UPL que se muestra sumiso y complaciente tanto con la ex alcaldesa socialista Gancedo a cambio de colarse en varias comisiones, o con el hermanísimo de Chamorro del PP porque sí. Por contra, Gómez no ha expresado ni una sola vez un discurso leonesista donde la defensa de la identidad leonesa sea el centro del mismo. Las cosas o se sienten o no se pueden fingir.
El otro cabecilla es Peyuca, el sobrenombre de Pablo González. Ex militante de UPL que tuvo que abandonar el puesto por mor de Enrique Soto; ha sabido ganarse no solo la confianza del electorado astorgano sino también granjearse un espacio mediático que el leonesismo en Astorga jamás tuvo. Es una persona muy cercana, de la calle, afable y cómplice de gran parte de la vida social maragata. Toca las narices y mucho al equipo de gobierno astorgano, es muy reivindicativo y sabe ser vocero de la crítica. Por contra, y como sucede con su compañero de filas, el leonesismo brilla por su ausencia también en palabras y hechos. De nuevo lo que no se siente.
El PAL-UL tiene un futuro muy incierto de cara a las próximas elecciones, pues no puede aspirar a nada mejor que conservar a ambos concejales, es su techo electoral imposible de superar. Ni tiene afiliados ni se les espera, y sus simpatizantes en votos son por las personas no por el conjunto de ideas ni amor a unas siglas, cosa que UPL todavía despierta entre algunos. Sus últimas declaraciones, donde directamente se renunciaba a la reclamación autonómica a cambio de competencias, les han marcado más si cabe en la larga lista de traidores y proscritos del leonesismo.
De cara a una coalición, aportaría algo clave para seguir en la brecha política como son votos en la circunscripción electoral del partido judicial de León, lo que otorgaría un diputado provincial que se sabe de antemano UPL perderá. También reforzaría la figura del procurador para Pucela, que está demasiado en el aire a pesar de ser el único voto que casi tiene garantizado. La cosa será ¿quién se queda con ese trozo de pastel en una unión? Lázaro ya ha dicho que es para él, pero otros ¿por qué no? Y es que por mucha puerta abierta que quieran dejar a una unión sin integración, es todo ruido de fondo para que no se oiga la verdad de su declive.

3. Prepal
Para algunos, es la reserva espiritual del leonesismo. Para la inmensa mayoría, una entelequia promovida únicamente por Francisco Iglesias Carreño y cuatro amigos. No existen a efectos prácticos ni siquiera en internet, último refugio de todo. Contactos en su momento tuvo con UPL cuando Melchor Moreno tuvo la "genial" idea de unir al leonesismo de todas las provincias dando ruedas de prensa conjuntas. La cosa iba bien hasta que alguien creyó era el espacio mayor que necesitaba para vender su figura y pensamiento, léase Carreño.
El PREPAL solo tiene una cosa en su favor: siempre ha sido coherente con su ideario, especialmente el territorial, cosa que del resto no se puede decir, y es precisamente esa coherencia a la que algunos se han querido agarrar para "pasarse" a sus filas. Pero como todos los movimientos leonesistas, se han hundido en sus propias raíces por los caudillismos, afanosos de protagonismo, que no solo no han sabido generar una dinámica de partido más allá de su persona, sino que lo han convertido en su casa particular, al punto de que cualquier gesto de su vida se convierte en actos del partido que plasman fielmente en fotos personales con monumentos y paisajes leoneses de fondo. Pongan PREPAL en la descripción anterior y lo entenderán todo. Y esto es lo que impide alianza alguna si Carreño no está de primera figura en todo. En cualquier caso el PREPAL aporta en cuanto a votos poco y nada, y en una futura coalición solo valdría para sumar un nombre, no un peso específico real.

4. Críticos
El ya constituido sector crítico, que como apuntábamos aquí en la última entrada, entre sus opciones está el constituir un partido propio, da pasos en favor de ello si bien no tiene por ahora nada cerrado. Todo son especulaciones, reuniones de bar y charlas informales que no desembocan en hechos concretos. Entre ellos mismos hay bastante escepticismo por esta vía. Por ahora lo que buscan son apoyos, pero serios, porque una cosa es decir que estás en contra de Sendino (o Chamorro), otra votar en un congreso de manera anónima (o casi, que el voto se sabía de antemano), y una muy diferente es dar la cara con una formación leonesista nueva y correr el grave riesgo de estamparse contra un muro.
De momento se han topado precisamente con un muro, que es el de la desconfianza. Ninguno de sus cabezas visibles tiene carisma, ni trayectoria ni ideario ni nada parecido. Todos y cada uno de ellos tienen demasiados episodios oscuros en sus vidas políticas donde el mercadeo, la compra venta de favores, puestos a dedo o incluso un extraño inconformismo amanecido de la noche a la mañana, les ha marcado para siempre su presente y futuro.

Los críticos callejistas ni cuentan con tantas simpatías como dicen o quieren hacer creer, ni tienen intenciones claras sobre su proyecto. Todos son ex melchoristas declarados y convencidos, sin mayor nexo de unión que unas elecciones en 2015 donde con ellos no se contaba. Y ese es un grave problema, pues cada uno maneja armas y munición diferente para disparar a objetivos distintos. Con ellos surgen unas preguntas ¿son críticos con qué? ¿con el partido en general? ¿con Sendino? ¿con el leonesismo? ¿por qué guardaron silencio hasta justo ahora que se sabían las listas electorales para el 2015? De ello son conscientes las familias leonesistas y desde luego que las posturas al respecto son claras: puerta cerrada. Al menos por ahora.

LEONESISMO SOCIAL
El leonesismo social como última vela prendida en este mar de penumbras tiene también sus muy serios problemas internos. Es un grupo heterogéneo, y heterogéneas son sus visiones, acciones y direcciones ideológicas. Su grave problema de partida no son los caudillismos, pues carece de líderes visibles, sino los personalismos, llevados a extremos del ridículo y de los que casi seguro todos conocemos al menos un ejemplo avergonzante. El leonesismo social está perdido, muy perdido. No sabe ni qué hacer cada mañana para gastar la adrenalina acumulada. Retrocede a las posiciones más conservadoras y a la vez contestatarias al poder establecido sin importar ni los hechos ni la ideología, la cosa es protestar para desahogarse.
Está desorganizado, sin objetivos, sin unión, sin ideas ni idearios definidos, aislado del resto del mundo, casi encerrado en una franja de edad demasiado madura como garantizar un relevo generacional y casi carente de formación y experiencia aparte de plantarse en un lugar bandera en mano. Y sin embargo, en su seno, existen dos grupos que quieren montar un tinglao político, algo que ellos mismos califican como contundente, definido y de verdadera personalidad leonesista frente a la UPL, que sigue siendo su referente político en todo. Lo llevan intentando ni se sabe cuantísimos meses, años, desde las últimas elecciones. Se encierran en grupos de debate privados en la red, en el whatsapp y alguna que otra charleta de cafetería en verano. Al tener tanta división y formas de ver las cosas, y sobre todo, que el leonesismo o se siente de verdad y sin personalismos o se condena al fracaso, los trastos a la cabeza tardan poco en aparecer. Para que se entienda mejor, veamos en grandes rasgos en qué grupos se dividen. Y ojo, que luego dentro hay más divisiones.


1. Provincialistas
El provincialismo es el gran estigma del por qué el leonesismo apenas cruza fuera de las fronteras de la provincia leonesa. Dicen que Zamora y Salamanca no es que ya no encajan en un futuro leonés, es que serían un verdadero problema en todos los sentidos porque o son parte real de Castilla o de sí mismos. Otros no lo declaran, hablan de la Región Leonesa o País Leonés como quien repite un salmo sin reflexionar las palabras. En la práctica sus actos, son provincialistas en esencia. Podemos ejemplificarlo con muchos casos, pero vamos a ver uno en concreto, el grupo denominado "Proyecto León". Sus componentes más visibles se tildan de leonesistas, incluso se les puede ver en diversos actos del leonesismo. Y sin embargo todas sus propuestas se refieren a la provincia de León, sin hacer mención para nada ni a Zamora ni a Salamanca. Es más, si alguna afecta a Zamora, caso de la autovía Puebla-Bragança, al final se entiende que es beneficio para la provincia de León y no para el conjunto del territorio. Sus propuestas no son para nada criticables, todo lo contrario, pero ¿no sería mejor gastar esas energías en conseguir sinergias de conjunto? ¿realmente son leonesistas? reflexionen bien la respuesta antes de esgrimir lo de que nadie está en condiciones de dar carnets de leonesismo.

2.  Regionalistas
El leonesismo, desde siempre, considera al territorio leonés como una parte integrante e indivisible de España. Desde un himno que empieza diciendo "sin León no hubiera España..." hasta un sin fin de declaraciones donde todos los portavoces leonesistas necesitan aclarar y reafirmar tajantemente que nada tienen que ver ni con nacionalismos ni con situaciones como el País Vasco o Cataluña. Miren de nuevo la foto de esta entrada sobre el Prepal y observen lo que hay en la mesa, regionalismo en esencia pura. En esto se ha llegado a ser más papista que el Papa, y por ello Chamorro y Cabezas fueron los primeros concejales en la historia de la democracia del ayuntamiento de León que colocaron, ondearon y hasta juraron lealtad a la bandera española gigante dispuesta enfrente del edificio de la junta ¿era necesario? ¿pusieron alguna bandera leonesa? quizás por eso no les vimos rasgarse las vestiduras porque estuviera la bandera autonómica ondeando en todos los edificios municipales.
El regionalismo parte además del hecho diferencial de las autonomías, y de los agravios que somete Valladolid a los leoneses y que se reflejan en unas estadísticas económicas y sociales. Por ello muchos de sus componentes no dudan en solicitar la eliminación de éstas y volver al estado central, gesto que casa perfectamente con las visiones del nacionalismo español extremo y es la clara manifestación de quien no tiene mayor visión ni discurso que el victimismo y el agravio comparativo. Tomen a los concejales del PAL-UL o de UPL y analicen ¿qué han hecho en décadas por el progreso de León? Los regionalistas son el grueso principal del leonesismo, por lo menos 3 de cada 4 leonesistas lo son.

3. Nacionalistas
Son gentes muy jóvenes, en buena parte, que no todos, enmarcados dentro de ideologías de izquierda, pues son hijos de la timidísima sociedad industrial leonesa. Los más radicales abrazan el marxismo como solución al problema leonés. Incluso algunos de ellos se han mostrado simpatizantes de IU creyendo que podrían empapar al partido comunista del ideario leonesista. Craso error, el comunismo y la extrema izquierda siempre han sido enemigos de lo leonés, al menos hasta ahora, pues lo consideran un movimiento burgués que busca su beneficio de clase. En realidad IU solo defiende las identidades que ella misma es capaz de captar, el resto no ¿por qué no les preguntan por el nacionalismo gallego? ¿por qué sí al asturiano? Santiago Ordóñez, el actual y líder elegido por un solo voto, no solo es anti leonesista sino anti leonés, basten leer sus entrevistas, comunicados de prensa o hablar unos escasos minutos sobre el tema con el citado ¿alguien le ha visto ondeando una bandera leonesa?

También entre ellos hay corrientes: por un lado están los que miran a Asturias como referente de todo, desde lo histórico hasta lo cultural pasando por las relaciones humanas. Y los hay que Asturias les pilla un poco lejos. Entre ellos, incluso entre los de la misma postura, han habido más que palabras, como en todas las tendencias leonesistas, porque si algo une a los leoneses es su cainismo. Pero sí que les une un punto de partida que impide un pacto: consideran al leonesismo político en general, incluso a buena parte del social, gentes de derechas que impiden cualquier acción leonesista, y establecer lazos con UPL tal y como está es imposible. Y Sendino no estaría precisamente por la labor de tan siquiera dialogar con gente a la que tilda de peligrosos radicales. Que se lo digan a Pardo.


¿PODRÍA ESTAR EL LEONESISMO UNIDO?
La respuesta es no. Ni ahora ni en muchos años. Porque el señor X, que lleva un porrón de años va a cambiar de opinión o de postura de hoy para mañana, y el señor Y no aceptaría acercar posturas porque el modo de ver las cosas es opuesta a la del señor X. Lo mismo podemos decir de la señora Z, el señor A o la señorita B, porque todo al final se resume en personalismos incontestables.

Vamos a proponer un ejercicio a todos los lectores, para que reflexionen sobre cómo está el leonesismo: cojan un papel y algo para escribir y redacten una lista de 14 personas que pudieran formar una lista electoral solo para el ayuntamiento de León, cifra de concejales electos que saldrían para gobernar en mayoría el municipio. Esas personas debieran ser con una mínima formación política (no necesariamente concejales o ex concejales), habilidad y discurso e incluso algo de imagen positiva dentro del leonesismo. El mismo ejercicio, y variando las cantidades proporcionales de concejales, háganlo para por los menos los municipios de más de 20.000 habitantes o ciudades más importantes como Salamanca, Benavente, Zamora, Ponferrada, San Andrés, Ciudad Rodrigo...¿han logrado completar alguna lista? ¿han llegado a rellenar al menos la mitad de la cifra necesaria?