sábado, 30 de abril de 2016

La resurrección de Lázaro (García Bayón)

Villaquilambre, el cuarto municipio de la provincia de León por población, tiene un nuevo gobierno. Un enésimo pacto entre PP y UPL, amén de un ex de Ciudadanos. Casi con total seguridad, algo que ya empieza a ser preocupante, habrá quien hable de un pacto "de la derecha" frente a un hipotético pacto de "la izquierda" en esa sempiterna batalla entre zurdos y diestros por capitalizar la razón y la ética política en esta extraña vuelta al pensamiento de los años 30 del siglo XX. Pero lo que aquí se está jugando, y ojo al dato, son muchas cosas, y de entrada una fundamental para el leonesismo: el futuro de la UPL.

VILLAQUILAMBRE: UN FEUDO DE BAYÓN...
Villaquilambre, pequeño ayuntamiento que comenzó teniendo apenas 4.000 habitantes en los años ochenta, experimentó un crecimiento demográfico espectacular en apenas veinte años, pasando a los 18.500 habitantes de hoy día. Crecimiento demográfico y crecimiento urbanístico donde el caos y los pagos en negro fueron la norma. Todo eso se reflejó en el interés político, que de ser un pueblo más del alfoz pasó a ser un ayuntamiento clave en el reparto de votos para la diputación. Y ni que decir tiene de lo apetitoso que era todo el tema urbanístico en un municipio donde se construía donde a cada uno el venía en gana a cambio de una pequeña multa que legalizaba todo el asunto. 

En medio de esta espiral de especulación aparece Lázaro García Bayón, que navegaba en los años 90 entre la independencia política y las filias con el PP. De Francisco, que en eso de captar a todo trepa político era un fiera, supo ver en Bayón una joya que sumara votos a las filas leonesistas. Y no se equivocó, en 1999 UPL pasó de tener apenas un concejal y 455 votos a 1.659 votos y 6 concejales. UPL toma la alcaldía y convierte a Villaquilambre en el referente leonesista del partido junto con Torre del Bierzo (de entonces gobernada por Melchor Moreno, otro que tal baila). Es decir, las referencias del gobierno leonesista son dos municipios que no llegan ni a 20.000 habitantes. Ese éxito en votos venía en gran medida por dos pedanías, Navatejera (pedanía que presidía Bayón, amén de ser la más grande del municipio) y Villaobispo (otra gran pedanía). A eso sumemos aportes de Villasinta y Villamoros, porque Villaquilambre en sí era feudo del PSOE.
Los logros de Bayón en sus inicios fueron incuestionables: supo crear una imagen de municipio unificado incluso en las fiestas patronales desarrollando una gran fiesta del municipio, empezó a trazar los primeros planes urbanísticos haciendo de Navatejera y Villaquilambre un continum urbanístico, pudo hacer que el municipio tuviera su protagonismo en la prensa y presupuestos municipales. Incluso creó un polígono industrial en Navatejera que fue capaz de copar por completo. Se hablaba incluso con altos cargos de la junta de tú a tú. La recompensa fue clara: en 2003 logra 8 concejales y 2.965 votos, casi la mitad de los votantes lo hicieron a UPL. Un record.

...Y SU TUMBA POLÍTICA
Villaquilambre se convirtió en el señorío de Bayón, mandaba y desmandaba todo a su gusto. Ni qué decir de Navatejera, donde las colocaciones a dedo de hijos y amantes en los puestos de la junta vecinal fueron más que escandalosos. Pero sus verdugos políticos fueron su propia soberbia y un tal Miguel Hidalgo, del que dicen fue muy amigo y luego enemigos mortales. Hidalgo, del PSOE y a la vez secretario municipal, le hizo una oposición a Bayón basada en los tres puestos públicos que ocupaba y de los que obtenía un rendimiento económico de más de 95.000 euros anuales: alcaldía, pedanía de Navatejera, diputado provincial y añadir a esos sueldo el de informático en el ayuntamiento de León con toda la polémica sobre su total ausencia al puesto de trabajo por décadas. "Lázaro zampón" se convirtió en la pintada más escrita en las calles. Hizo daño y se convirtió en sangría de votos de UPL hacia el partido de Hidalgo.
Su creciente debilidad hizo que en 2011 un atrevido alcalde de Corbillos de los Oteros osara cuestionar que Bayón siguiera como diputado por UPL en la diputación, y aunque pierde la votación marca un precedente. En 2015 los votantes en el municipio de UPL son casi los mismos que en 1995 a pesar de tener el doble de población. Bayón se queda sin alcaldía, sin pedanía y obligado a trabajar de nuevo en el ayuntamiento como informático. El pacto UPL con Matías Llorente obliga a que sea este el diputado y no Bayón. 

Y así, Bayón perdió su feudo y cavó su tumba. Hasta ahora.

2016. LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO
El PP, con Manuel García Martínez al frente, tiene una alcaldía donde hay hasta siete partidos diferentes y algunos incluso con tránsfugas. Gobernar el municipio sin acudir al constante pacto es imposible. Por ello decide hacer un acuerdo entre un ex concejal de Ciudadanos y los dos de UPL para lograr un equipo de gobierno estable. Y aquí está la gran baza de Bayón.

El reparto, para los que entiendan de gestión municipal, consiste básicamente en quedarse con las carteras más jugosas: Bayón se queda con la concejalía de hacienda disfrazando la decisión de que quiere bajar el IBI, aparte de ser el segundo teniente de alcalde. El otro concejal de UPL, Eleuterio González, con las de juventud, turismo y juntas vecinales. Mientras que el no adscrito, Ramón Fernández, se queda con aguas y parques y jardines, que son dos áreas en se maneja mucho dinero por comisiones de asistencia a la mancomunidad de aguas (Saleal).

Pero la decisión encierra la gran estrategia que a Bayón le dio tan buenos resultados en el pasado. El método es simple: la concejalía de hacienda determina los presupuestos anuales del municipio, y ello incluye las partidas presupuestarias asignadas para cada pedanía municipal. De su intermediación se encargará el otro de UPL, Eleuterio González, que para eso será el concejal de juntas vecinales. La jugada maestra tiene más ases en la manga.

Este blog lo ha dicho muchas veces, la oposición en las diputaciones se dedica única y exclusivamente a negociar en las votaciones de presupuestos partidas para los ayuntamientos y pedanías de su color político. El resto del año se rascan la barriga. Hasta esta legislatura ese poder lo tenía Bayón, lo que le proporcionaba contactos políticos y con ellos posibles amistades para votaciones en las comisiones o ejecutivas. Fijémonos que incluso en 2015 llegó a negociar él personalmente acuerdos de gobierno en municipios sin gran relevancia como fue Villamanín. La irrupción de Llorente deshizo la estrategia, Bayón no tiene ni voz ni peso, y por ende tampoco poder. Pero con un pacto con el PP, y siendo concejal de hacienda ¿Quién puede hablar de tú a tú con el presidente de la diputación que también es del PP? ¿Quién puede negociar incluso obras y partidas presupuestarias extras para sus cuestiones? 

Y rematando la carambola, Bayón vuelve a tener la excusa perfecta para no acudir a su puesto de trabajo en el ayuntamiento leonés pero seguir cobrando el sueldo íntegro ¿Creen ustedes que el gobierno municipal leonés, del PP, le dirá que no a Bayón que cogobierna con ellos en otro municipio? jugada maestra, de quitarse el sombrero. Bravo, bravo y bravo.

Aunque la cosa no acaba aquí. Hablamos de Bayón, claro está.

OBJETIVO REAL: RETOMAR PESO EN UPL
Con su nuevo puesto como concejal de hacienda, Bayón recupera protagonismo mediático. Y económico, porque el cargo viene con un sueldo más que generoso. Parte de ese sueldo es destinado a UPL, un partido que está carente de afiliados y hasta de simpatizantes. Baste ver el "renovado" comité local de León, del que ya no queda ni un solo nombre conocido sino rellenado con familiares y agradecidos del partido. Las siglas leonesistas se financian por el procurador en Valladolid, del grupo (ahora concejal) del ayuntamiento de León, del diputado provincial (que esta legislatura es de Llorente y éste no entrega lo mismo que uno de UPL), los concejales de San Andrés y los de Villaquilambre. Si pagas más, tienes más poder. Valderas lo supo desde siempre y así lo expresó durante su mandato.

Bayón está echando cuentas: UPL vive la peor crisis de su historia, ni siquiera sus propuestas en Valladolid encuentra eco dentro del leonesismo. Ha tenido más repercusión una intervención en leonés en el Senado de un senador valenciano que la petición de partidas presupuestarias para el leonés que arrancó Luis Mariano Santos. La dirección de Sendino tiene fecha de caducidad, por mucho que lo nieguen y por mucho que se oculte. Desde su desastrosa gestión interna, pasando por un pacto lamentable con Llorente o la nefasta oposición en el ayuntamiento de León. Para su relevo caben tres posibilidades: o bien hay una especie de asalto al partido vía bases (imposible sabiendo que ya no hay), bien es relevado por Luis Mariano Santos (que no lo hará porque le faltan apoyos) o bien lo asume el último nombre conocido de la lista que es Bayón, dado que Valderas tampoco le apetece mojarse. Porque parece que Fuensaldaña es el cementerio político de UPL.

La otra cosa que bien puede tener fecha de caducidad es el pacto con Llorente. El viejo zorro del sindicalismo agrario no está nada contento con el pacto, se ha encontrado con que ni hay gente ni capacidad organizativa, y lo cierto es que Llorente en la diputación va por libre, como siempre. Cójanse los plenos provinciales y analicen intervenciones, verán que Llorente va a lo suyo, lo mismo que cuando estaba con el PSOE.

JUNIO, LA PRIMERA PRUEBA
La primera gran prueba de que Bayón va a recuperar peso político será su inclusión en las listas para el Congreso y Senado nacionales el próximo mes de junio. Decisión la de presentarse que veremos si se lleva definitivamente adelante o es otra farolada de Sendino. Bayón iría en las listas, sí o sí. De no hacerlo significará que su nombre ha desaparecido del futuro de UPL.

El resultado será lo de menos. Ni siquiera se hará campaña alguna salvo cuatro cartelillos desperdigados para que nadie critique el nulo interés de UPL. Bayón saldrá en los medios como pieza de UPL, cosa que le encanta. Fotos, comentarios, noticias...resurrección en toda regla. Aspirar a dirigir el partido no es más que una herramienta muy prescindible si logra otra mayor: ser procurador. Todos quieren ser procurador, el voto en la provincia de León se mantiene hacia Valladolid por eso de "tocar las narices a los pucelanos". En Fuensaldaña se ingresan más de 5.000 euros mensuales. Y en caso extremo, la diputación, que con 2.500 euros de media más comisiones, también se vive bien. Porque hay que sumar los 2.000 euros como programador informático a cuenta de los contribuyentes.

¿Creen que todo es una exageración? ¿Mentiras y calumnias? dejen pasar los días y tomen nota. Bayón ha resucitado y no para divulgar la buena nueva.