Verano caliente, calor sofocante. Nada mejor que reunirse por las tardes en esos maravillosos espacios frescos con sombras mientras se bebe una cerveza y se conversa de lo divino y humano. De lo divino que es uno y lo humanamente malo que son el resto. Con estos razonamiento ha vivido la sociedad leonesa desde tiempos inmemoriales, esta sociedad leonesa, tan cainita ella, para lo bueno y lo malo. Un leonés se une con otro para hacer el mal y destrozar a ése que considera su contrario. No importa si en el camino muere o pierde más de lo que gana, si el otro quedó peor.
Las vacaciones veraniegas dan para mucho. Isidoro García, la cabeza más o menos visible de UPL en Sariegos dice adiós. Oficialmente porque quiere dejar paso a caras nuevas y centrarse en su vida personal y laboral. Extra-oficialmente se dice que está un poco quemado, que esperaba algo diferente de la nueva directiva, y, sobretodo, que ve en UPL un partido con futuro muy negro. Persona de muy buenas relaciones con su tocayo alcalde de Acebedo, Isidoro Díez, otro hombre que medita seriamente su futuro, tanto en UPL como en general en política. No son los únicos. Habrá algún adiós más que querrá ser suplantado por "caras nuevas". Lo veremos.
Todavía sin definir del todo está el futuro de Enrique Soto en Astorga y más exactamente lo que sucederá con UPL en la ciudad maragata. Él dijo que se retiraba, que tal y que cual, pero aparte de tener muchas caras, es hombre de calentones y mucha soberbia que con el tiempo cura por sí mismo. Peyuca se lo come todo en este terreno, especialmente por sus habilidades sociales, que le hacen participar de la amistad y simpatía de muchos leonesistas. Esto no quiere decir que consiga subir en votos, es más, bien pudiera no repetir concejalía, pero si en leonesismo hablamos está muy claro quien gana y quien pierde. Por ahora...
En Zamora empiezan a adolecer del problema que llevan arrastrando desde hace casi cuatro años: falta de organización. Muy lejos van a quedar los resultados de otras elecciones, donde UPL obtenía excelentes resultados y múltiples concejales por casi toda la geografía zamorana. La razón¨oficial¨ puede decirse que es lo de todas partes, el desmantelamiento y reorganización del partido. Pero la real es que sus militantes, con muy buenas voluntades y mejor espíritu, sin embargo carecen del toque político necesario para patearse los pueblos y localidades creando listas. Y el leonesismo vive de una cosa y de la otra. Ni que decir tiene que la dirección al día de hoy no ha dado un solo gesto de apoyo salvo alguna comida esporádica. Y las habilidades sociales de Chamorro son más bien escasas (por no decir nulas).
El club de los 7 sabios sigue con sus andanzas. En conferencias organizadas por Emilio Gancedo en Sabero (obviamente su nombre no aparece pero...), exponen su asturleonés al que quieren adornar de academicismo llamando a Ramón Morala, catedrático de la Universidad de León, que ha manifestado infinidad de veces su posición contraria a lo del leonés...salvo cuando hay dinero por medio. A los eventos se sumarán, como no podría ser de otro modo, Fernando Álvarez-Balbuena García, Nicolás Bartolomé Pérez y las asociaciones amigas Furmientu, Facendera y La Caleya, que hablan sobre justificar su existencia. Todo en casa en unas jornadas donde el objetivo será vender un frente común de hombres buenos, cultos y preparados que venderán su proyecto de nación pan-astur, eso sí, solo en lo lingüístico, no vaya a ser que los tachen de políticos y demás calificativos tan insultantes, que del tema saben un cuanto.
Porque como buenos leoneses que son (casi todos ellos), se unen para hacer fuerza contra otro, que no en pro de algo. Otrora esta gente jamás pisaría un suelo donde no se hablara leonés en un estado de tal pureza que hasta pedían denominación de origen geográfica específica (cepedano, cabreirés, sanabrés), para ahora acercarse a otros lugares que hubieran rechazado hace escaso tiempo. Ya no pronuncia el asturiano Álvarez-Balbuena aquellos discursos que descalificaban las posiciones de la Universidad de León sobre la lengua (y al propio Morala), o consideraba a determinadas personas y colectivos como gente de buena voluntad pero nula formación. Atrás también están esos días donde Morala consideraba al leonés un dialecto del castellano, un romance sin evolucionar, o un simple reclamo político del leonesismo. Lejos quedan los días en que Nicolás Bartolomé escribía en revistas del nacionalismo asturiano sobre leyendas, mitos, cuestiones célticas y el "asturianu de Lleón". Atrás están esos momentos donde el líder espiritual de Facendera, Xosepe Vega, planteaba a varias personas leonesistas ("con pasta" como le gusta decir) una autonomía con Asturias creando un partido propio y una hoja de ruta con pasos a seguir. Muy en el horizonte duermen los días en que Emilio Gancedo calificaba en tono jocoso la habitación de Chao y sus decoraciones sobre la Guerra de las Galaxias. Ya imposible de localizar esos enlaces de la web de Furmientu a partidos del nacionalismo asturiano que reclamaban la independencia asturiana y a la vez calificaban lo leonés como lo más castellano. Un poco más cerca pero lejos también, son los días en que un tal Héctor García Gil afirmaba que el leonés tenía demasiados rasgos del castellano del norte mientras defendía con pasión lo asturiano.
Calentones hay muchos. El calor dilata todo: desde las neuronas hasta las vías de un tren, impidiendo el normal devenir de las cosas. Buscando por internet sobre este blog es posible localizar este otro blog fruto o de un calentón, pero no veraniego sino genético. O esto otro. De nuevo dar las gracias por todos esos comentarios, con insultos o sin ellos, sobre la autoría de este blog, pero no han acertado mucho. En fin, disfrutemos del verano y sin calentones, que pasa rápido. Saludos desde unas hermosas vistas sin muchos árboles pero grandes montañas. Galicia también puede ser así.