Banderín número 1

Resulta gracioso que UPL haya empezado una particular cruzada por la defensa de la bandera leonesa. El Puerto de Pinos, que casi con seguridad muy poca gente sabe tan siquiera dónde está, se convierte en le paradigma de lo leonés con ascenso montañoso y colocación de bandera incluida, todo por obra y gracia de la cúpula upeliana. Igualmente, la gran bandera leonesa que ondea en una rotonda a la entrada de la ciudad de León, se halla bastante deteriorada, y por ello UPL ha reclamado su reposición. Y al igual que este blog dijo sobre la bandera en Pinos, lo repetimos sobre la de la rotonda: nuestro apoyo, porque ser leonés para algunos es vergonzoso.

La misma vergüenza que debieron sentir todos y cada uno de los concejales de UPL que han desfilado por el ayuntamiento de León y que han permitido ondear la bandera de la junta mientras estaban en el gobierno, por cosas de legalidad y otras excusillas baratas que diversos ayuntamientos incluso del PP no han ejercido. La propia sede de UPL cuenta con unas banderas leonesas más bien desastrosas sujetadas con el palo de una escoba. Pocos ayuntamientos bercianos, incluyendo el de Ponferrada, tienen la bandera de León, que sería obligatoria por ley. 

El leonesismo, ideológicamente, no ha superado la fase infantil de justificarse en respuesta a un tercero y no como un acto en sí mismo de defensa de lo leonés. Son muchos los que dicen serlo porque existen las autonomías ya que ante todo son más españoles que la tortilla de patata o por simple odio y rivalidad a una ciudad. De pobres semillas tenemos el fruto de nula ideología que tenemos en la actualidad, una sociedad muy acomodada con todas las necesidades básicas cubiertas que no le gusta que le llamen castellana pero tampoco hace nada por lo contrario. Incapaz de concebir mayor territorio leonés que lo provincial (y si lo hace) e inútil de saber definirse como tales. El resto de problemas es objeto y responsabilidad del turnismo político entre PP y PSOE.

Por eso es polémica que leche Lar ponga sus paquetes de leche con el logotipo de "Tierra de Sabor", pero ni siquiera se reacciona ante el cierre de vuelos de los aeropuertos leoneses. No solo se reacciona con virulencia exacerbada ante una noticia mal publicada por la prensa, sino que además se emiten los típicos calificativos de "traidores" y demás epítetos fruto del calentón y de la ira (justificada también) de ver que todo lo leonés se diluye lentamente. Y decimos mal publicada porque Lar, por ahora, no va a sacar ninguna leche con ese logotipo, sino que la venderá a otra empresa ex cooperativa también leonesa, Gaza, que hace tiempo que ni es cooperativa ni es zamorana ni es nada salvo una empresa sin interés alguno por Zamora. La prueba es que llamándose ganaderos zamoranos la leche sea de León. Como Central Lechera Asturiana.

La justificación siempre es la crisis. Antonio Silván, consejero de fomento de la junta, decía hace escasos días que aunque Air Nostrum cerraba líneas a los aeropuertos de su comunidad, no afectaría a ninguno. Dos días después llegaba el mazazo del cierre de la totalidad de vuelos. Y gracias a la gestión de la junta León y Salamanca conservarán un pírrico vuelo a Barcelona que será el nexo de unión a otros destinos, según nos dice el gobierno autonómico. Hecho que constrasta con el mantenimiento de subvenciones al de Valladolid con Ryanair (Lanzarote, Bruselas, Londres y Barcelona) y Orbest (Tenerife). Esperemos que por coherencia este año no se de un solo duro a Ryanair para sus vuelos a Barcelona dado que están duplicados. Para el que no lo sepa: Ryanair solo y exclusivamente oferta vuelos si hay subvención, de lo contrario inmediatamente los cierra.

Tampoco hay que culpar del todo a la junta. Salamanca carece por completo de un consorcio aeroportuario, gracias a que ni una sola institución salmantina lo ha impulsado con el silencio cómplice sus ciudadanos. La futura apertura de la línea del AVE con Madrid, que la comunicará en apenas 1 hora, hará casi prescindible tal infraestructura si no se le buscan alternativas serias. León tampoco está para tirar cohetes, que ni por su lejanía geográfica ni por tener un aeropuerto moderno, logra despegar. Gracias a un ex alcalde ególatra y a una presidenta de diputación más preocupada de regalar contratos a su novio que de gestionar la provincia, tenemos lo que nos merecemos.

¿O quizás no? lejos quedan esos años en que UPL lanzaba campañas por los hechos más significativos, como la campaña para eliminar el peaje de la León-Astorga, la campaña para un aeropuerto leonés... campañas que capitalizaba en solitario UPL y que la convertían en la referencia política de la sociedad hastiada del turnismo. Muchos simpatizaban con dichas campañas que se traducían en votos. La última que tiene noticia desde UPL (o algo que se le parezca a dicho partido) es la que hizo Conceyu Xoven contra el antiguo rector de la universidad de León con el lema "ponla". La tontería logró la derrota de un catedrático aspirante a repetir en el puesto que calificaba el leonesismo como ideología extremista.

Hoy las campañas leonesistas se limitan a escuetos comunicados de prensa, intervenciones a retortero de hechos puntuales y declaraciones vacías sin más futuro. La polémica de los quesos castellanos se quedó en cuatro palabras mal dichas. Lo de Pinos en una machada de cuatro señoritos que pisan el monte para hacerse una foto. Ni siquiera la supuesta macroconcentración para rechazar la Sama-Velilla sirvió para nada por ser un acto ya capitalizado por colectivos diversos con más experiencia y todavía más ganas de hacer cosas. Esto en UPL, porque en los demás las acciones brillan por su total ausencia. El PAL es un partido revanchista y punto. Y el PREPAL es...lo dejo a los comentaristas que saben describirlo bastante bien.

¿Sería posible recuperar un partido que con ideas y medios (los que disponga) hiciera campañas de igual calado? ¿Estarían dispuestos nuestros representantes leonesistas a saber realizar campañas en favor de hechos y denuncias demandadas por la sociedad? ¿Por qué no se recuerda que la autonomía leonesa es uno de los objetivos principales del leonesismo? ¿Por qué solo se habla de ello cada cuatro años? No nos extrañe que cualquiera que haga una reivindicación del tipo que sea pueda autoproclamarse leonesista, como hace el nuevo subdelegado del gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones, a la postre allegado de López Sendino, concejal de UPL en León.

—¿Cuál cree que es el peso actual del leonesismo? —El leonesismo es una opción a respetar totalmente, no es algo vacío ni que se apoye en nada, sino que tiene unas raíces, un programa y unas ideas filosófico-políticas que defienden de forma razonable y, por lo tanto, hay que respetarlo. En definitiva, todos somos leonesistas porque todos luchamos por León, cada uno en nuestro ámbito. Ellos quieren potenciar determinados valores culturales de forma especial y eso quizá los distingue, pero no quiere decir que los demás no seamos leonesistas.

Sale a la memoria aquel juego infantil del banderín, en que colgando de la mano un pañuelo o trapo se decía "banderín número..." y se salía corriendo a cogerlo. A algunos o ya se les ha olvidado cuál es su banderín o es que ya no quieren jugar.