Churras y merinas

Lo leonés siempre ha quedado confundido con muchas otras cosas de alrededor, a veces sin ni siquiera parecerse, y al final se mezclan y diluyen en medio de un mar de verborrea, estudios y/o parafernalias de cualquier tipo. El último caso lo tenemos en eso de la lengua leonesa, o ya ni se sabe si podríamos llamarlo así porque hasta algo que en principio todo el mundo admitía con tal denominación algunos se empecinan a llamarlo asturleonés o cualquier otra babayada del estilo (y lo de babayada nunca mejor dicho).

Resulta que se monta una plataforma formada por once asociaciones y colectivos, algunas desconocidas para el común de mortales, cuyo objetivo es defender el leonés y el gallego como lenguas patrimoniales del territorio leonés. Así, en el mismo saco, van de la mano una lengua a punto de extinguirse como es el leonés, y otra que es cooficial y con subvenciones millonarias de cualquier entidad pública amén de que su enseñanza es obligatoria en todos los colegios gallegos y optativa en los leoneses de Zamora y León. Luego, pausadamente, y viendo quiénes lo firman, se entiende tamaña estupidez: las asociaciones de Los 7 Sabios (La Caleya, El Teixu, Facendera pola Llingua, Furmientu) y algunos perdidos que pasaban por allí y que les quieren meter en el bote.

Recordemos: gentes supuestamente defensoras de lo leonés. Supuestamente. Porque si vemos a más firmantes nos encontramos asociaciones como Fala Ceibe o Xente Nova, pertenecientes al círculo del independentismo gallego más extremo que en su momento no tuvieron reparo alguno en incluir en los enlaces de sus webs a movimientos pro etarras. O los lazos más que estrechos que mantienen con el bercianismo radicalizado del PB y su líder Iván Alonso, que no duda en acudir todos los 25 de julio a Santiago puño en alto a cantar loas a la independencia gallega por solidaridad con sus socios políticos del BNG.

Más firmas son las del colectivo o lo que sea oficialmente llamado Agora, otro crepúsculo de niños radicalizados en el puño en alto y el rojerío decimonónico, en su mayoría ex militantes de Conceyu Xoven, lo cual ya dice bastante de su trayectoria previa. En resumen, un cocktail molotov (de nuevo, nunca mejor dicho) de supuestos defensores de la identidad leonesa.

Y por supuesto esta noticia, importantísima para el avance del leonesismo, ha sido recogida por Diario de León, pero de modo anónimo, para que no vinculen a Emilio Gancedo con esta gente. También por todos los medios y blogs del asturianismo radicalizado que siguen considerando al País Leonés esa parte sureña asturiana. Véase asturnews, les noticies, tierra alantre…

Felicitaciones desde este blog a los NO partícipes de esta plataforma.

Hablemos de cosas más serias: un blog compañero de censuras de Gema Cabezas, La Pícara, narraba el lunes pasado una encuesta que a falta de conocer su veracidad y metodología, recoge bastante un pulso muy extendido entre los habitantes de la ciudad de León: el bipartidismo que ha promovido la torpeza upeliana llevada al extremo en los últimos cuatro años.

Y otro compañero más de censura (¡qué coincidencia!) llamado El Soplón, nos detalla cómo lo de Bayón no es más que una tapadera para que no le emplumen todas las deudas del partido que están pagando ahora mismo entre Gema Cabezas, Javier Chamorro, Bayón y Pardo. Añade el detalle de que Valderas se suma a condición de que afore. Pues nada, entre pillos anda el juego y alguien va a perder la partida. Todos.

Este blog quiere recordar la palabra socionesista, híbrido entre leonesista y socialista. Como todos sabemos a lo que llevan los híbridos que impliquen lo leonés, vamos a advertir de dos hechos recientes que en los sectores leonesistas se han recibido con alegría sin percatarse de la doble trampa:

El primero es la denuncia del comic de Villalar. Oficialmente, hay un cómic hecho para niños en que se explica el origen de la comunidad y todo eso. Aparecen entonces unos historiadores denunciando lo manipulador del mismo. Entre los firmantes aparecen nombres como Ricardo Chao Prieto o Tomás Sarmiento García. Del primero, ya de sobra conocido en este blog, tanto sus vínculos con el socialismo como su doble catadura todo en pro de lanzar su ego. son tan evidentes que ya ni los oculta. Porque Tomás Sarmiento es militante del PSOE, fue miembro de la ejecutiva de Juventudes Socialistas, trabaja en el ayuntamiento de León por enchufe desde la época de la primera alcaldía de Francisco Fernández, y desde luego que si es leonesista es también socialista.

Algunos dirán que la denuncia está muy bien aparte de quien sea su promotor. Solo que el detalle final es que el objetivo NO es denunciar el cómic sino presentar una serie de firmas ante la Junta para luego el PSOE solicitar la rectificación del mismo, que no su retirada como debiera ser. Mediáticamente se marcarían así un tanto grande y ganarían más imagen de que existe un PSOE leonesista. Hete aquí la jugada maestra.

El segundo es la noticia que algunos aplauden sobre una plataforma que solicita más vuelos para el aeropuerto de León. De nuevo se nos presenta como algo apolítico, rechazando incluso que participen partidos como el PP “para evitar suspicacias”. Todo chachi si no fuera porque una de sus promotoras es de la ejecutiva de Juventudes Socialistas (Camino Orejas -ver que es la de medio ambiente de la ejecutiva local-, o que el logotipo (sospechoso que tenga hasta marketing) recuerde en sus colores demasiado a los del PSOE. Y la trama se vuelve a repetir como con el cómic: presentación de firmas, protesta en el parlamento de Valladolid, repercusión mediática, bla bla bla…y el PSOE es todavía más leonesista.

Obsérvese la chica del centro a la izquierda. Ahora la de la derecha.

Advertimos hace mucho tiempo que el PSOE se infiltra de modos muy sibilinos en la sociedad leonesa, y su punto de mira es el leonesismo, ese pequeño granero de votos que marcaría la diferencia entre ser alcaldes en León o tener un par de procuradores más en Pucela.

No confundamos churras con merinas, solo el pastor más hábil y con el ojo más despierto sabe distinguirlas, porque para los demás ambas emiten el mismo balido, y al final de tan ciega que es la sociedad leonesa solo nos guiamos por el eco del balido. Ojos abiertos.