Este viernes recíbese un correo muy interesante. Bajo el seudónimo de "zurrián", nos comenta cierta cosa que se cuece por algunos rincones de la lengua leonesa, y no me refiero a la de vaca curada al humo. Me refiero al tan mañido tema que tanto pica y escuece a determinados sectores.
Hace unos días el ínclito periodista Emilio Gancedo, nos ofrecía otro enésimo reportaje, siempre bajo su prisma y subjetividad, sobre el leonés. O mejor dicho, del bañés o cabreirés. El reportaje, hecho a medias con un tal Jonatán Rodríguez Bayo, habla sobre lo natural y a la vez extraño que es hablar leonés en Cabreira, y que más o menos es algo que es exactamente igual que en Asturias, como no podría ser de otro modo viniendo de quien siempre ha apostado por "acercarse a Asturias".
En dicho artículo se incluyen los rasgos que caracterizan a esa habla así como refranes y cuentos supuestamente en dicha lengua. Y lo de supuestamente es a raíz de dicho correo. No se va a transcribir todo el contenido por ser extremadamente largo, pero nos detendremos en ciertas cosas que se comentan y que ponen de nuevo en cuestión el conocimiento de Gancedo para temas del leonés:
básicamente se resume en que ni es bañés ni cabreirés ni cristo que lo fundara. Es un refrito, siempre según la información aportada por este correo, de conceptos y tópicos que poco o nada toman en cuenta el habla real de la zona. Los errores ortográficos son cuantiosos, y los errores de gramática básica son escandalosos. Incluso se llegan a inventar palabras y términos inexistentes para justificar la presencia del leonés y su pureza en la zona.
Pero éste no es un blog filológico sino del leonesismo y su entorno. Y cuando se habla de leonesismo en el periodismo en muchas ocasiones aparece el nombre de Emilio Gancedo, bajo el epígrafe de defensor de la lengua y cultura leonesas casi en solitario. Este nombre no es que esté cuestionado, es que directamente se ha demostrado en bastantes ocasiones que de objetivo tiene poco, de leonesista tiene su concepción parcial. Y solitario...también, porque salvo sus amigos todavía no se conoce a nadie más que hable del reino astur-leonés, de la lengua astur-leonesa y de la importancia de los ástures (con acento en la a) para comprender la historia leonesa, siempre ligada con Asturias.
Las críticas no solo parten del autor de este correo sino de otros grupos supuestamente defensores y promocionadores de Gancedo & cia., todos ellos con raíces asturianas y/o asturianistas. Pero lo importante aquí es que Gancedo ha querido denunciar en infinidad de ocasiones que hay que hablar y escribir lo tradicional, que hay que limitarse a lo que existe, que hay que tender puentes a Asturias que para eso tienen academia, y que hay incluso que ahorrar el dinero que se gasta en el ayuntamiento de León en los cursos para niños y adultos en pro de pagar con ello señores asturianos.
La otra gran crítica, y ésta no me la manda el tal "zurrián", parte del libro traducido al también bañés, El Principito, que escribió Xosepe Vega con el Rodríguez Bayo y otros muchachos supuestamente originarios de allí o vete a saber tú. El caso es que de nuevo recibe críticas de sus amigos asturianos, pues con el título "El Prencipicu" (que me suena más a palabro de doña Rogelia que a leonés) se quiso "traducir" la obra maestra de la literatura francesa. Un ejemplo es el artículo aparecido en La Nueva España (periódico gijonés) en que se dice que:
Recordemos que es toda esta gente la que nos bombardea sobre las maldades de otros frente a su pureza y autenticidad que merece una D.O. o una I.G.P cuanto menos. Aunque al final resulta que lo que de verdad va a valer para el poder político es lo que se hace desde la secta de Pardo.
¿Qué es ahora lo tradicional y auténtico? ¿lo que ahora se inventa Gancedo y amigos? ¿lo que se critica constantemente y se denuncia hasta en juzgados y procurador del común? ¿es lo que se persigue con denuncias o reclamaciones de información en el ayuntamiento de León? ¿es un refrito de conceptos que ni esos supuestos sabios defensores de la cultura leonesa saben tan siquiera delimitar? ¿sabrían responder a estas preguntas los que defienden lo buen escritor que es Gancedo o Vega?
Gancedo ha manipulado y tergiversado toda información acerca del leonés como le ha dado la gana para vejar y hundir a su enemigo (léase Pardo, porque no tiene más) y ensalzar al grado de dioses del olimpo a auténticos ¿aficionadillos?, si hacemos caso de lo que se dice por escrito en prensa. Y todo ello bajo la bandera del "leonesismo cultural". ajeno a la política. Dime de lo que presumes...
Tanto viaje en busca de la pureza y la autenticidad racial e impoluta de lo leonés, a su vez justificándola en su hermandad con Asturias, solo se puede efectuar o rebuscando e inventando lo imposible o consumiendo algún alucinógeno. Es preferible que opten por lo primero, lo segundo no es bueno para la salud.
Hace unos días el ínclito periodista Emilio Gancedo, nos ofrecía otro enésimo reportaje, siempre bajo su prisma y subjetividad, sobre el leonés. O mejor dicho, del bañés o cabreirés. El reportaje, hecho a medias con un tal Jonatán Rodríguez Bayo, habla sobre lo natural y a la vez extraño que es hablar leonés en Cabreira, y que más o menos es algo que es exactamente igual que en Asturias, como no podría ser de otro modo viniendo de quien siempre ha apostado por "acercarse a Asturias".
En dicho artículo se incluyen los rasgos que caracterizan a esa habla así como refranes y cuentos supuestamente en dicha lengua. Y lo de supuestamente es a raíz de dicho correo. No se va a transcribir todo el contenido por ser extremadamente largo, pero nos detendremos en ciertas cosas que se comentan y que ponen de nuevo en cuestión el conocimiento de Gancedo para temas del leonés:
básicamente se resume en que ni es bañés ni cabreirés ni cristo que lo fundara. Es un refrito, siempre según la información aportada por este correo, de conceptos y tópicos que poco o nada toman en cuenta el habla real de la zona. Los errores ortográficos son cuantiosos, y los errores de gramática básica son escandalosos. Incluso se llegan a inventar palabras y términos inexistentes para justificar la presencia del leonés y su pureza en la zona.
Pero éste no es un blog filológico sino del leonesismo y su entorno. Y cuando se habla de leonesismo en el periodismo en muchas ocasiones aparece el nombre de Emilio Gancedo, bajo el epígrafe de defensor de la lengua y cultura leonesas casi en solitario. Este nombre no es que esté cuestionado, es que directamente se ha demostrado en bastantes ocasiones que de objetivo tiene poco, de leonesista tiene su concepción parcial. Y solitario...también, porque salvo sus amigos todavía no se conoce a nadie más que hable del reino astur-leonés, de la lengua astur-leonesa y de la importancia de los ástures (con acento en la a) para comprender la historia leonesa, siempre ligada con Asturias.
Las críticas no solo parten del autor de este correo sino de otros grupos supuestamente defensores y promocionadores de Gancedo & cia., todos ellos con raíces asturianas y/o asturianistas. Pero lo importante aquí es que Gancedo ha querido denunciar en infinidad de ocasiones que hay que hablar y escribir lo tradicional, que hay que limitarse a lo que existe, que hay que tender puentes a Asturias que para eso tienen academia, y que hay incluso que ahorrar el dinero que se gasta en el ayuntamiento de León en los cursos para niños y adultos en pro de pagar con ello señores asturianos.
La otra gran crítica, y ésta no me la manda el tal "zurrián", parte del libro traducido al también bañés, El Principito, que escribió Xosepe Vega con el Rodríguez Bayo y otros muchachos supuestamente originarios de allí o vete a saber tú. El caso es que de nuevo recibe críticas de sus amigos asturianos, pues con el título "El Prencipicu" (que me suena más a palabro de doña Rogelia que a leonés) se quiso "traducir" la obra maestra de la literatura francesa. Un ejemplo es el artículo aparecido en La Nueva España (periódico gijonés) en que se dice que:
La última novedá que llega a les mio manes ye un clásicu universal: la traducción al cabreirés de la obra d'Antoine de Saint Exupéry, «El prencipicu». Publicáu pol Búho Viajero en 2009, foi una iniciativa de Xosepe Vega, ...El resultáu ye interesante, anque a vegaes tea más cerca del divertimentu llingüísticu que de la traducción lliteraria. Asina, el narrador del llibru exprésase nun cabreirés xeneral, mientres que dalgunos personaxes falen bañés, cabreirés altu o baxu, distingos innecesarios que nun tán nel orixinal francés. La presencia asturiana ye constante, pa bien y pa mal: les fales cabreireses, según parez, alternen los diminutivos -ín/-icu; depués de meses de discusión, los traductores optaron pol diminutivu -icu (prencipicu) pa evitar l'-ín, xeneral en Llión, que los facía coincidir cola traducción al asturianu que fixera García Arias del mesmu llibru nos años ochenta.
Recordemos que es toda esta gente la que nos bombardea sobre las maldades de otros frente a su pureza y autenticidad que merece una D.O. o una I.G.P cuanto menos. Aunque al final resulta que lo que de verdad va a valer para el poder político es lo que se hace desde la secta de Pardo.
¿Qué es ahora lo tradicional y auténtico? ¿lo que ahora se inventa Gancedo y amigos? ¿lo que se critica constantemente y se denuncia hasta en juzgados y procurador del común? ¿es lo que se persigue con denuncias o reclamaciones de información en el ayuntamiento de León? ¿es un refrito de conceptos que ni esos supuestos sabios defensores de la cultura leonesa saben tan siquiera delimitar? ¿sabrían responder a estas preguntas los que defienden lo buen escritor que es Gancedo o Vega?
Gancedo ha manipulado y tergiversado toda información acerca del leonés como le ha dado la gana para vejar y hundir a su enemigo (léase Pardo, porque no tiene más) y ensalzar al grado de dioses del olimpo a auténticos ¿aficionadillos?, si hacemos caso de lo que se dice por escrito en prensa. Y todo ello bajo la bandera del "leonesismo cultural". ajeno a la política. Dime de lo que presumes...
Tanto viaje en busca de la pureza y la autenticidad racial e impoluta de lo leonés, a su vez justificándola en su hermandad con Asturias, solo se puede efectuar o rebuscando e inventando lo imposible o consumiendo algún alucinógeno. Es preferible que opten por lo primero, lo segundo no es bueno para la salud.
Un enorme problema de una parte del leonesismo (y de muchos leoneses) es el complejo de inferioridad que existe con Asturias. El empeñarse en ver como "hermanos mayores" a un pueblo que no siente absolutamente nada por nosotros (ni bueno ni malo, simplemente nada), y lo digo con conocimiento de causa. Que cada cual lo experimente por sí mismo en sus propias carnes. No hay cosa peor que los amores no correspondidos y con Asturias ocurre esto.
ResponderEliminarSi tanta pasión sienten por Asturias que se vayan a vivir y trabajar allí. Aquí necesitamos gente que luche y trabaje por el País Leonés y su autonomía, no por volver a cometer el mismo error de siempre y estar siempre dependientes de otros.
ResponderEliminarNi asturianos, ni castellanos ni gallegos.
¡¡¡¡SOMOS LEONESES!!!!
Ese complejo lo tienen los acomplejados que son exactamente siete. El resto, que son decenas de miles de leonesistas, no lo tenemos.
ResponderEliminarY lo más ridículo de todo (y para algunos leoneses bastante triste) es que ese empeño en acercarse como sea a "nuestros hermanos asturianos" no tiene la menor correspondencia al otro lado del cordal. Para los asturianos somos extraños absolutos. León para un asturiano no existe, no entramos en sus planes (y os aseguro que conozco muy bien a los vecinos). El leonesismo tiene que desprenderse de muchos lastres y de muchos mitos. Tenemos que aprender desde cero a ser leoneses (o leonesistas). Hay que forjar un carácter y una confianza en nosotros mismos y no buscarlo fuera.
ResponderEliminarque pobres ignorantes, y aun os jactais de leoneses?
ResponderEliminarCon esa inquina y ese odio enquistado que arrastrais no sois mejores que los asturianos que tando odiais
Para el del comentario del 14/03/10: yo creo que ni te has leido el artículo, ni te has leido los anteriores comentarios. Has visto algo por encima y te has lanzado a escribir. Leelo de nuevo todo con algo más de antención: verás que no tiene nada que ver con odio hacia los asturianos, sino todo lo contrario. Demasiado amor no correspondido. ¿Lo entiendes ahora?, NO CORRESPONDIDO, que es la base del problema...
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